Cuando estaba embarazada tenía muy claro que a mi hijo le iba a dar lactancia materna porque se que es lo mejor que puede tomar y porque me hacía muchísima ilusión. Pensaba que iba a ser muy fácil, que sería ponerlo a la “teta” y ya está pero la realidad no es así de sencilla, por lo menos en mi caso y en el de otras muchas mamás.
Cada vez que tenía que dar de mamar a mi hijo me sentía fatal porque quería que bebiera lo mejor:“mi leche”; pero me dolía mucho cada vez que lo hacía, yo sabía que dar de mamar no dolía, así que estaba totalmente frustrada y desanimada.
Fui al grupo de lactancia y Mª Angeles me dijo que tenía una pequeña grieta y “sensibilidad al frío” y también me dijo como podía solucionarlo.
Fue un gran alivio para mi solo el saber que tenía y que se podía curar, al mes no solo curó sino que por fin disfrutaba dando de mamar a mi hijo, se que si no hubiera sido por su ayuda no hubiera podido aguantar el dolor y hubiera tirado la toalla.
Tengo que agradecer también la valiosa ayuda de Mª Jesús (Vía Lactea) que me ayudo mucho con la posición, me animó y apoyo en los peores momentos, y a Juán José Lasarte (Pediatra) un gran profesional y una gran persona.
En esta sociedad no solo es difícil empezar la lactancia materna bien sino que tampoco nos lo ponen nada fácil el mantenerla. Mi experiencia el empezar con la lactancia en el hospital fue un poco caótica, ya que, se llevan al niño cuando quieren, sin preguntar; lo que dificulta que la lactancia se establezca correctamente ( no doy detalles porque ya escribo sobre ello en la sección de mi parto).
Luego, cuando se acaba la baja maternal, tienes que volver al trabajo y las mamas solo tenemos dos opciones, o sacarse la leche e ir “de culo” todo el día o no trabajar, lo cual es solo para familias muy afortunadas que pueden vivir solo con un sueldo.
Estas luchando constantemente con tu instinto maternal, tienes ganas de quedarte con tu hijo pero no puedes porque hay que pagar la hipoteca, así que, se opta por ponerte una coraza y decir con la mejor de las sonrisas: “ en la guardería se espabilará más”.
Las afortunadas que podemos estar con nuestros hijos en casa para la sociedad somos “bichos raros” que parece que si no trabajas no te vas a sentir realizada, a mi personalmente lo que más me realiza es quedarme con mi hijo y darle la “teta”, es lo que marca mi instinto.
Esta es mi opinión personal pero lo más importante es que cada mamá pueda elegir que quiere hacer y eso a día de hoy no se puede hacer.
Estos y otros muchos problemas que se nos plantean los miramos de una manera positiva en el grupo y Mª Angeles no solo soluciona muchos problemas con la lactancia, sino que, nos apoya y ayuda con energía y entusiasmo.
Mª Angeles ha formado un grupo en el todas nos ayudamos y apoyamos como si fuéramos una gran familia, gracias a ella nos hacemos mamas conscientes y seguras de nosotras mismas, lo que hace que la crianza de nuestros hijos sea gratificante, sin lactancia frustradas ni mamas deprimidas.
“Dar la teta es dar la vida” y de nosotras depende que los niños del futuro sean felices y sanos. Mª Ángeles, con todo el significado de la palabra GRACIAS porque sin ti todo esto no hubiera sido posible.
Espero y confío que tu gran labor sea reconocida y algún día haya este tipo de iniciativas en todos los centros de salud porque se necesita y porque en definitiva es muy importante para la salud.
Celeste.
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