martes, 14 de abril de 2009

Por que se piensa que un parto es traumatico (I)

Durante toda la historia de la humanidad los partos han tenido lugar de forma natural, en el lugar donde vivía la mujer o sus alrededores. En los primeros humanos, los partos serian como los de los mamíferos actuales; la mujer buscaría un sitio intimo y reservado, generalmente de noche donde poder dar rienda suelta a sus instintos y parir en la intimidad.

A lo largo de los tiempos la figura de lo que hoy conocemos como comadrona, fue la encargada de velar por el bienestar de la mujer, el bebe, y la naturalidad del proceso, dando así las mejores garantías de seguridad al parto garantizando una buena vivencia del parto, y un inmejorable vinculo y crianza. Además con unas "tasas de mortalidad perinatal y materna" (que hoy en día serian de escándalo) envidiables para no contar con NINGÚN medio sanitario.

Ya en el siglo pasado el progreso de la medicina supuso la supervivencia de muchas madres y bebes, que de otra manera no habrían sobrevivido a un parto complicado.

En algún momento del siglo pasado, supongo que debido a las guerras mundiales, y en España a la guerra civil, se llegaron a cotas de insalubridad, infecciones y enfermedad tan altas que la mortalidad asociada al parto se disparó. Algo había que hacer. En climas de posguerra, ya remontando, y con ayuda del resurgimiento tecnológico y los avances médicos, se tomaron medidas que salvaron muchas vidas en los partos.

Llegando ya a nuestra época actual, tan solo unas décadas atrás, entre un sinfín de ideas medicas acertadisimas se adoptaron otras equivocadas heredadas de planteamientos ya no validos, pues las condiciones habían cambiado, y podían permitirse relajar ciertas prácticas medicas agresivas ahora ya no necesarias. Y como cuando lo agresivo no esta justificado, se convierte en violencia, surgieron los primeros desastres innecesarios.

Alguien, debido a estas condiciones heredadas, sin reflexionar lo suficiente y basándose en datos de otros momentos, decidió por ejemplo que la mujer era una fuente de enfermedades para el bebé y decidió que lo mejor era separarlos, dejar a los bebes en salas nido, y a las madres "descansando" (por lo intenso de las agresivas prácticas medicas). Mientras las condiciones de insalubridad e infección perduraban, esto era un mal menor porque la alternativa, realmente en una mayoría de casos expondría al bebé a infecciones que acabarían con su vida.

Pero llegó un momento en que estas condiciones desaparecieron y en vez de retornar al bebé a su habitat natural - su madre - siguieron pensando que esto era peligroso. Grave error. La yatrogenia empezó ha hacer estragos, y ya sin necesidad de separación ni de medicalización, se seguían haciendo estas prácticas innecesarias por la inseguridad derivada de haber perdido la referencia de como es un parto normal, natural, y de como acompañarlo debidamente.

En su lugar se siguieron aplicando técnicas peligrosas o agresivas ya no justificadas en la mayoria de los casos, porque no se sabia como actuar de otra forma: Episiotomias, maniobra de Kristeller, instrumentales, cesáreas .... Estoy convencido que algunas de estas prácticas en multitud de partos aumentó la mortalidad materna y perinatal.

Con la tecnificación del parto aparecieron nuevas técnicas y avanzaron otras. Antes la cesárea era una operación de vida o muerte, y ha pasado a ser una operación de riesgo asumible (sigue siendo varias veces mayor el riesgo de muerte para la madre que en un parto vaginal).

Durante todos estos últimos años, los progresos técnicos han ido encaminados a perfeccionar la medicalización del parto para minimizar los riesgos derivados su la propia medicalización (minimizar la yatrogenia). ¡Y ha funcionado!, las tasas de mortalidad materna y perinatal son excelentes. Pero se ha perdido mucho en el camino.



Tenemos madres que sufren la experiencia de un parto no respetado, manipulado y medicalizado, que sufren emocionalmente y de una forma aun más profunda, que aunque no sentían dolor físico, han sentido el parto como la peor experiencia de sus vidas (cuando debería haber y poder sido la mejor).

Esto ha repercutido en el vinculo con el bebe y en su crianza. Muchas mujeres se han sentido desvinculadas de sus hijos, no han sabido como abordar la crianza, sintiéndose inseguras, sintiéndose malas madres, y muchas han acabado por escapar de sus bebes o incluso culpabilizarles a ellos o a si mismas, de como se sentían , por el malestar que les generaba no saber que hacer, no sentir lo que se supone que deberían sentir, y que todos dicen que es maravilloso.

En muchas ocasiones estas mujeres han tenidos unos apoyos internos ( educación recibida, instinto, principios, una vida sana y natural) y externos (su nacimiento fué respetado, se la crió con amor, se le ha dado amor, apoyo, cariño en su infancia y en su vida adulta, especialmente tras el parto) que le han hecho superar la mala vivencia y re establecer unos vinculos sanos con sus hijos.

En otras ocasiones por no contar con estos apoyos las crianzas se hacen insostenibles; gritos, miedos, frustración, depresión, sentimientos de culpas, niños criados sin amor. Niños que luego se sienten solos, frustrados, y que en algunos casos adoptaran una posición defensiva de sumisión, lo que les puede llevar a ser maltratados, o otros que adopten una posición agresiva ante la vida como forma de autodefensa y que en casos serios puedan convertirse en maltratadores.

En otras, me gusta pensar que pocas, ya no solo la falta de apoyo, si no que están inmersas en un entorno desfavorable, y eso ha podido conducir a situaciones de trágica e intensa violencias en el seno de la familia: niños e incluso bebés maltratados, abandonados, ...

En Zaragoza ya en la década de los 80 se utilizaba la oxitocina como método de inducción del parto, supongo que en principio las técnicas no estaban muy depuradas y la experiencia era pobre. A partir de 1990 el uso de la oxitocina se hizo rutinaria.

Con la oxitocina sintética se privaba a la madre de generar su propia oxitocina a su ritmo adecuado, y por lo tanto de generar endorfinas, que disminuyen la sensación dolorosa y crea sensaciones de placer y descanso entre contracciones. Con su uso rutinario, TODAS las parturientas eran privadas de esto.

Además, el uso de la oxitocina sintetica, aun hoy con todo lo depurado de las técnicas médicas y de la experiencia, sigue intensificando las contracciones del parto haciendo que estas sean impresionantemente más dolorosas (se habla de hasta 4 veces más sensación de dolor).

Todo esto sumado a un clima de falta de intimidad, de hecho un clima de manipulación; de falta te movilidad; mujer inmovilizada en posición inadecuada y de sumisión, falta de respeto y consideración al no tenerla en cuenta y convertirla en un objeto pasivo; exceso de luz y de estimulos (gente hablando, gritando, ajetreo, gente entrando y saliendo) que estimula su neocortex, e inhibe la hipofisis (cerebro primitivo que guia el parto); todo esto como digo garantizaban una horrible y traumatica vivencia del parto.

Estas situaciones se anticiparon en clínicas privadas donde los recursos llegaban antes debido a la la inversión privada.

Antes de eso los partos complicados se manejaban con anestesia general (no había otra cosa) y esto provocaba también una vivencia traumatica por dos motivos: operación de gran riesgo que se vivía con suma angustia y alarma, y desvinculo con el bebe, al no ser consciente de su nacimiento y ser "puesto en contacto" con la madre pasado el tiempo adecuado para el establecimiento del vinculo, y en unas condiciones de postoperatorio muy duras.

Así, durante todos estas últimas decadas, al principio por necesidad y después por grave error de planteamiento e ignorancia (cuando ya no eran necesarias medidas agresivas de forma rutinaria) tenemos varias décadas de mujeres que han parido en condiciones de extremo sufrimiento emocional. Con todas sus implicaciones.

Estas mujeres han transladado sus sentimientos y emociones a sus hijas, y con ellas la idea de que el parto es traumatico y peligroso.

Continua ....

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