miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz Año Nuevo

Feliz año nuevo 2009


A todos los lectores y seguidores del blog, (sean o no sean partidarios del parto natural, je, je)

domingo, 28 de diciembre de 2008

El papel del dolor en el parto

Siguiendo con el tema abierto por Estefania (El parto, la epidural, y el dolor), os pego un texto que habla sobre la función del dolor en el parto. Que cada cual examine sus sentimientos al respecto y saque sus conclusiones ...

La mia es: ya que durante tantos años hemos creado tanto miedo en la mujer sobre su propio cuerpo y la capacidad para parir, al menos respetemos la fisiologia del parto (el la medida de los posible y lo que la epidural permita) y los deseos de la mujer, mientras desmontamos toda esa violencia "invisible" sobre la mujer para que el dolor no sea el elemento que convierte a muchas mujeres en temerosas hacia su propia esencia y naturaleza.

Aqui está el texto (gracias a Susana por enviarlo):

Las sensaciones de parto

Las sensaciones de las contracciones del parto son saludables y tienen su razón de ser parabién físico y emocional. En el aspecto emocional, la respuesta física y hormonal custodia la satisfacción y se relaciona a la protección y sensibilidad de la madre hacia su bebé.

En lo físico, provee a la madre las señales para mover su cuerpo a favor de las rotaciones fundamentales del bebé. Las sensaciones del parto dan libertad, y promueven una experiencia individual marcada por ritmos, circunstancias, ritos y tiempos.

Las sensaciones del parto en general son unas de las más intensas que puede sentir un ser humano. A su vez, el nacimiento es uno de los pocos acontecimientos donde el dolor es salud.

En las sensaciones de parto existe una cadencia -en cada parto es distinta- que dirige a la madre. Las sensaciones pasan de ser tolerables, cuando la mujer siente la excitación de saber que pronto tendrá su bebé en los brazos; se van intensificando hasta que la mujer se ensimisma; y finalmente se tornan maravillosamente intensas hasta el punto en que la madre percibe, en muchos casos, que su ser y su cuerpo trabajan separados y al unísono.

Las sensaciones en su intensidad - antes y al comienzo del reflejo de expulsión- ayudan a lograr el fenómeno del sueño entre contracciones: un cansancio exquisito, necesario, determinado por la naturaleza y que produce un sueño profundo entre contracciones. Esta parte del proceso de parto ayuda -junto a otras cosas- a renovar energías y suplir fuerzas para terminar el parto y establecer la lactancia inmediata.

Muchas mujeres prefieren que una persona las ayude a manejar la intensidad en las sensaciones del parto a través de apoyo emocional y físico. "El dolor", entonces, es percibido como tolerable y es deseado. En repetidas ocasiones las mujeres que se educan sobre el ciclo de la maternidad evitan utilizar medicamentos para evitar o disminuir la intensidad del parto.

Las mujeres que logran vivir la experiencia de parto ambulando, tomando líquidos o alimentos, permitiendo al cuerpo las posturas que mejor se ajusten a su necesidad sienten mayor placer, lo que disminuye el deseo de usar medicamentos para evitar el dolor: prácticas evidenciadas.

El confinamiento de la mujer a una cama y la limitación para satisfacer las necesidades físicas y emocionales provocan malestar, lo que aumenta el dolor de manera no natural y la utilización de analgésicos, narcóticos y anestésicos: disminuye los cuidados basados en la evidencia y la satisfacción en el acto de dar vida.

El dolor del trabajo de parto guía a la madre. El cuerpo es sabio y pide posiciones que estén en armonía con las rotaciones y descenso del bebé ayudando a que su cabeza o pelvis abra camino con el menor sufrimiento posible. Las sensaciones del parto son la única señal física para mantener este vital trabajo y ritmo entre el dúo madre-bebé.

El dolor en el parto es todavía un misterio para los científicos. Se sabe que durante la gestación casi todas las fibras nerviosas sensitivas al dolor que se encuentran en el cuerpo del útero desaparecen, mientras, que el mayor número de ellas se encuentra en su cuello. Por análisis de lo conocido, se cree entonces que la respuesta del cerebro al dolor hace que se segregue la oxitocina necesaria para que la mujer de a luz.


Simplemente y por respeto a lo desconocido los cuerpos del dúo necesitan espacio para ser, así mantener y culminar su parto: y de seguro reducir el % de cesáreas tal y como sucede en países donde trabajan el parto fisiológico.

Es una realidad entre las mujeres, y también de la la ciencia que trata los aspectos biológicos y sociales del ser humano, que las sensaciones de las contracciones del parto son primitivas, originales, primordiales, fisiológicas, saludables, orgánicas, de progresión creciente, perfectas y son consonates con la vida -inherentes al proceso de nacimiento.


A su vez, este dolor de vida hace que el cuerpo genere las endorfinas que ayudan - entre otras- en aumentar: el bienestar, la tolerancia, el sentido de protección, el deseo de amamantar, el estado de alerta; e imprime en cada célula y espacio del alma la sensación de logro, satisfacción, confianza personal y apoderamiento en la mujer... también produce un poco de amnesia.



El "cocktail" natural de hormonas también juega un papel importantísimo en la supervivencia del neonato -su respiración, su estado de alerta, su calor corporal. El justo balance de hormonas crea una fascinación necesaria, una atención dirigida -única- entre madre bebé y que establece un apego saludable que precede a toda una vida.

En fin, es importante evitar juzgar a una madre por el uso de medicamentos para evitar el dolor. Es una decisión muy personal -algunas mujeres maltratadas, por ejemplo, no pueden tolerar más dolor o por mil razones más-. Lo esencial es cuidar la memoria de parto de cada mujer. En lo posible sí informar sobre los riesgos, los beneficios, el consentimiento informado y la importancia de escoger un buen proveedor de servicios de salud que facilite información fidedigna, permita libertad, compañía en el parto y el amamantamiento inmediato y exclusivo. Las sensaciones de parto deben ser estudiadas y dadas a conocer a las madres desde el embarazo, para entenderlas y desearlas parabién.

Debbie Díaz Ortiz

Partera

MPH, CPM

Puerto Rico

Enlace:

Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización del Parto y Nacimiento www.relacahupan.org

sábado, 27 de diciembre de 2008

El parto, la epidural y el dolor.


Llevo leídos unos cuantos post y artículos sobre epidural en los últimos días y voy a escribir mis impresiones.

Cuando yo iba a dar a luz, ya tenía claro que no la quería porque había oído hablar de sus efectos adversos: problemas en la lactancia, más riesgo de parto instrumental o cesárea, recuperación más lenta...

Cuando se lo comenté a un grupo de amigas me dijeron “Estas loca??? Como puedes???? Cómo vas a aguantar?”. En ese momento no reflexioné sobre que ninguna de ellas estaba embarazada, había tenido hijos o tenía información sobre la epidural. No le dí relevancia. Ahora sí. En nuestra sociedad el parto está asociado a dolor, a mucho dolor. A dolor insoportable.

¿Por qué pensaban que era tan horroroso? A ninguna les había contado esa parte del parto sus madres, ninguna había dado a luz antes. Sólo tenían referencias de “lo que dice la gente”. Bueno, y qué hay de verdad en todo esto?

¿Qué pasa con el dolor?
Me hace mucha gracia que el parto sea tan doloroso y nadie piense en que, habitualmente, las mujeres nos depilamos las ingles con cera. ¿Alguien piensa que puede haber algo más doloroso que echar cera caliente en el pubis y tirar? Vamos, nos lo plantean como tortura y nos parece aberrante. Pero resulta que cómo todas lo hacemos, pues oye, no protestamos. Hay depilación brasileña, integral, de ano (esto lo descubrí el otro día. Es el nuevo servicio estrella del gabinete de debajo de mi casa),…

Pues resulta que, habitualmente, las mujeres que dan a luz en el hospital piensan en las 40 personas que van a estar por ahí “inspeccionando el terreno” y, cuando se acerca la fecha de parto, se lo depilan. Incluso algunas completamente porque así evitan el rasurado. (En el Servet ya no se hace pero en otros todavía sí) Vamos, que pa presumir sufrir!

He visto como sufren.
Otro argumento viene de quien ha visto partos, bien por la tele o en directo. Y “ven que duelen”. (Ojo, que no digo yo que no duela) Y te dicen “ponia una cara!!!”. Alguien se ha fijado en la cara de la gente que practica halterofilia? Qué cara ponen? De esfuerzo. Desde luego que levantar 300 kilos tiene que doler, pero no me los imagino diciendo “oye, ponme la epidural que así hago fuerza sin preocuparme por el dolor”. Otra cosa que pasa en los partos, en la fase de expulsivo, por muy suave que sea la anestesia, la mujer no tiene demasiado control sobre sus músculos, lo que hace que el esfuerzo para empujar sea bastante bruto. Esto se traduce en posibles dolores después (ciáticas, desgarros musculares,etc.. ) y desde luego menos eficiente que hacerlo con la conciencia de todos tus músculos.
mujer sufriendo "muchísimo" en su parto natural en el agua: http://omurtlak.bloggum.com/yazi/parto-en-agua-imagenes.html

Dolor y analgesia
Afortunadamente tengo un montón de tías, muy divertidas ellas además. Tengo mujeres en la familia de lo más diverso. Hay algunas que si se toman una aspirina ya sabes que tienes que correr a urgencias. Qué mal se debe de encontrar para llegarse a tomar una pastilla!!!! Y otras que, si se les rome una uña, antes de ir a por la lima, se toman un ibuprofeno no vaya a ser que luego les duela. Sin embargo TODAS han dado a luz con epidural.

¿Cómo es posible? La que no se toma la aspirina a no ser que haya perdido algún brazo ni se lo planteó. Firmó la anestesia mucho antes de que llegar el parto. ¿Entonces es por dolor o por miedo? Ojo, que no lo censuro. Pero me sigue pareciendo que es más miedo a lo que pase que necesidad real de evitar el dolor.

Vergüenza ajena.

Este ya fue el argumento que me cabreó. Cuando le dije al ginecólogo que llevaba mi embarazo que barajaba a dar a luz sin epidural me dijo que no, que me la pusiera que era tontería pasar dolor pudiendo evitarlo y que “tenía que oir los gritos que pegan las que lo hacen sin epidural. La última la oía desde la cafetería. Le daba vergüenza ajena”.

Conozco el sentimiento. La vergüenza ajena. Me pasa con los grititos que dan los tenistas profesionales. Qué barbaridad! Seguro que no tienen el mismo saque sin gritar como si tuvieran un orgasmo??? Pues igual no. Se acepta y punto. Son profesionales, ganan la copa Davis y las ensaladeras y todo lo que toque. Así que nadie apaga la tele ni deja de verles. Juegan así y ya está.

Pues oiga, con las parturientas lo mismo. Que gritan, que griten. Dé usted a luz y hágalo en silencio. Pero a mí, déjeme en paz.

Esto ocurre porque el número de mujeres que da a luz sin epidural es mínimo. Habría que preguntar en Alcañiz (donde los festivos no ponen epidural) qué es lo que pasa los fines de semana.

El problema para mi ginecólogo es que creo que piensa que la mujer que no se pone epidural es porque cree que no le va a doler. Y, cuando resulta que usa los grititos de tenista para pasar las contracciones, tiene pensamientos del tipo “mira, la que lo iba a aguantar”.

Pero cuando una mujer decide evitar la anestesia no es porque piense que no le va a doler. Es porque piensa que va a poder aguantar el dolor y prefiere evitar las posibles consecuencias nefastas de la analgesia.


Lo que me contaron
Yo, a todo el mundo le iba preguntando. ¿Y te dolía? Es curioso que nadie me dijo “era un dolor insoportable, creía que me iba a morir, menos mal que me la pusieron.” Sí que había muchas que me decían “me la pusieron antes de que me empezara a doler”. Así que la mayoría no sabe CUANTO duele. No tenemos referencias reales.

Dolor y gastroenteritis.
Antes de dar a luz a quien me preguntaba con verdadera curiosidad le contaba lo siguiente: “¿Conoces la gastroenteritis? Duele, ¿verdad? ¿Qué haces cuando la tienes? Te vas retorciendo (ahora me siento, ahora me levanto, me voy al baño, me tumbo en la cama, me encojo, me pongo bocabajo). Imagínate que, cuando te dé, te inmovilicen en una cama. ¿Crees que aguantarías? Entonces te pondremos la epidural. ¿Te parece sensato ponerte la epidural, con sus riesgos, para pasar una gastroenteritis?"

No, claro, es más lógico que te dejen retorcerte por tu casa y pasar la gastroenteritis así. Si puede ser con una mantita caliente, con tu pijama más cómodo y con lo que tu quieras agarrar. Lo mismito lo mismito que le dejan hacer a las parturientas en los hospitales ;-)

Lo curioso es que yo dí a luz un jueves y, el martes siguiente tuve gastroenteritis (por hablar). No me pregunteis qué soporté mejor. Creo que no recuerdo nada peor que aquel día. Claro que se unía que yo estaba con el bebé enganchado al pecho, que no me podía mover demasiado, etc… Pero os prometo que, ahora mismo, temo más a una mayonesa en mal estado que a otro parto. ;-)



Libertad de elección

Como me he alargado mucho dejo para el siguiente post como fué el dolor de mi parto. Pero, para mi, la conclusión después de mi embarazo y mi parto es que las mujeres tenemos que atrevernos a descubrir nuestro cuerpo. No sólo en la vida diaria, en la sexualidad, etc,.. también en el parto. Veamos y sintamos qué nos dice nuestro cuerpo.

Otro factor muy importante es conocer qué va a pasar. Por ejemplo saber que hay contracciones puntuales más fuertes que otras hace que, cuando llegue una no pensemos que el resto del parto va a ser así. O cuando tengamos el sentimiento de "me voy a partir"
saber que no, que ninguna se ha partido. ;-). Esto ayuda a perder el miedo y tener ganas de vivir el parto.

Por último, la libertad. Poderse sentir libre de optar por una u otra opción. Hoy en día son muchas las presiones antes del parto y durante el parto para ponerse la epidural. Lo digo por experiencia. Hay algunas al revés. Pero reconozcamos que muy pocos casos.

Y sobre todo, sentirse libre de cambiar de opinión. El parto es de cada madre y cada madre debe decidir por sí misma como lo quiere. Y cambiar de opinión y varias veces, si hace falta.

martes, 16 de diciembre de 2008

Proyecto Hera (I)

Hera es la "diosa madre" del panteón olimpico.

"El proyecto Hera nace como una iniciativa de trabajo desarrollada íntegramente en el terreno de la neonatología, con un planteamiento multidisciplinar, involucrando e incluyendo a todos los agentes implicados en esta área. Preocupados por la salud de los prematuros, Hera se definió como un vehículo para mejorar los cuidados de los pacientes prematuros."

Osea, que es una iniciativa de trabajo destinado a involucrar (o mejor dicho a recuperar, a los que historicamente no se les ha dejado) a los padres, especialmente a la madre, en el cuidado de sus bebes prematuros, mediante la implantación de Metodo de la madre canguro.

Este metodo tiene unas enormes ventajas para la recuperación del recien nacido, entre ellas:
  • mejora la función cardiaca y respiratoria
  • protege al niño frente a infecciones al ser reforzado su sistema inmunitario
  • restablece el vinculo madre-hijo y lo refuerza
  • permite el establecimiento de la lactancia materna con sus innumerables ventajas
  • reduce el estress del bebe y de la madre favoreciendo la recuperación del bebé
  • al evitar la ruptura del contacto entre madre y bebé, previene problemas de falta de "entendimiento" con el bebé, aparición de miedos, etc, que podria llevar a una vivencia negativa de la crianza y la maternidad.
  • La madre siente a su hijo como suyo desde el primer momento y crea un buen vinculo que sentara las bases para una crianza gratificante y plena.


"En este proyecto participan profesionales del terreno de la neonatología de diversos hospitales de toda España , y cuenta además, con un comité científico. [...] Es una iniciativa dirigida a los padres y cuidadores de los bebés prematuros, con el único fin de contribuir a que el desarrollo del bebé prematuro sea igual o lo más parecido posible al desarrollo del bebé a término"

Lo que es más importante, uno de los 40 hospitales participantes en el proyecto es el Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Al menos es la intención, esperamos que se pueda llevar a la práctica en un plazo no demasiado largo, aunque sabemos que la implantación puede necesitar tiempo.

Por fin una iniciativa que reconoce que la madre nunca deberia haber sido separada se su bebé, porque el contacoto con ella es la mejor garantia para su recuperación.

Enhorabuena desde aqui a los promotores y participantes en el proyecto Hera.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Bueno, no queremos Estivill, ¿Y qué hacemos?



Recomiendo leer “Dormir sin lágrimas” de Rosa Jové por lo siguiente. Estás tan tranquilo, te has hecho con tu bebé, se despierta alguna vez pero no muchas y, de repente, ¡Empieza a despertarse cada hora y media! Bueno, pues es que tiene 8 meses y acaba de adquirir una nueva fase del sueño. Tranquilo, se pasará.
Es lo que te puede enseñar este libro, la parte más “técnica” de entender el funcionamiento de sus ritmos, necesidades y prepararte para los “baches”.






Pero es agotador seguir el ritmo nocturno cuando tiene muchos despertares. Para que os hagais una idea, algo así:

Doce meses
20:45 Tumbada en la cama, dándole el pecho, todavía despierto.
21:00 De nuevo levantada para leerles un cuento a David y Vanesa.
21:40 Dormido, finalmente.
23:00 Dándole el pecho durante 10 minutos.
00:46 Dándole el pecho durante 5 minutos.
1:55 Dándole el pecho durante 10 minutos.
3:38 Cambio de pañal, dándole el pecho durante 25 minutos.
4:50 Dándole el pecho durante 10 minutos.
5:27 Dándole el pecho durante 15 minutos.
6:27 Dándole el pecho durante 15 minutos.
7:02 Dándole el pecho durante 20 minutos.
7:48 Levantada. Dándole el pecho y levantada por la mañana.
Número de despertares nocturnos: 8.

Período de tiempo de sueño más largo: 1 hora y media.
Total de horas de sueño nocturno: 8 horas y media.
Siestas: una siesta de 3 cuartos de hora seguidos.
Total de horas de sueño: 9 horas.
Fuente http://www.crianzanatural.com/doc/felicessuenos.pdf


Encima lees a Rosa Jové y a Carlos Gonzalez y te dicen que hagas colecho y lactancia para sobrellevarlo lo mejor que puedas y que tengas paciencia, que en un par de años la cosa se arregla. (Un par de años!!!!)

Pero sí que hay formas de enseñar a un niño a dormir sin agresividad. Pero ojo! Con trabajo. Con el libro de Elisabeth Pantley, Felices sueños conseguí reducir los despertares que tenía cada 20 minutos, el rato eterno de dormirse por primera vez,… Otra cosa es que no seguí. Simplemente llegué a un punto en que para mí ya estaba bien y no quería/podía esforzarme en dormir 3 o 5 horas seguidas. Porque eso sí, aquí todo supone esfuerzo ;-)
Sé que no es el único pero sí que es el que yo he leído (además aquí están disponibles las primeras páginas).

En su momento busqué referencias en los foros y sí que encontré gente que lo equiparaba con el método Estivill. Bueno, depende de cómo lo apliques. La verdad es que es un conjunto de soluciones y eres tú mismo las que eliges que aplicas y también en función de lo que necesites. Yo lo he hecho y mi niño no ha llorado. Lo que sí pasa es que lo vas a dejar en la cuna, protesta, lo coges, esperas, lo vuelves a intentar. Algo así.

Lo que sí se diferencia es el enfoque. No te dice que tu hijo es un villano que no va a permitir que duermas para vencerte. Te habla de que te necesita y que le tienes que dar la seguridad que precisa. Te ayuda a enseñarle a dormir como ayudamos con el baby einstein a estimular su aprendizaje. Como elegimos los colores de su cuarto para que esté a gusto, etc…

Pero lo que más me ha convencido que el dormirse es un aprendizaje ha sido observar cómo está empezando a intentar dormirse por sí solo. Se tira a la cama, apoya la cabeza y cierra los ojos. El sabe que quiere dormirse, sólo que no lo consigue (una vez sí que lo hizo, bieeeeen). Bueno, pues entonces llega teta-mamá (con acento, que no es una redundancia) y lo consigue! Me recuerda muchísimo a cuando intentaba incorporarse por sí mismo. Así que… a esperar!

¿Qué cuanto puedo seguir así? Esto empezó cuando él tenía 3 meses más o menos. Sobre los 5 meses me compré el libro de Pantley y pensé que en vacaciones lo iba a aplicar completo y para los 6 meses dormiría mejor. Cuando hablaba de incorporarme al trabajo cuando tuviera 10 meses pensaba que ya dormiría varias horas seguidas. No creía que, para cuando tuviera 12 meses, siguiéramos así. Así que… ¿Para qué voy a daros una cifra? Tan sólo decir que con lactancia y colecho, yo estoy muy bien. Hay dias que tengo sueño pero creo que como cualquiera que haya decidido reproducirse con otro de su especie. :-D

domingo, 7 de diciembre de 2008

La virtud, el término medio y el blanco y el negro.

Hace un par de días una de mis mejores amigas, a la que no veo todo lo que quisiera porque vive fuera, me preguntaba por mi “activismo” en la concentración por una crianza por apego.
La verdad es que esta chica me encanta, le habían ido llegando mis mensajes, le había chocado y, antes de opinar, me dice “Cuéntame tu posición”. Poca gente conozco que haga esto.
Bueno, ella dice que lo de la crianza y todo eso le pilla muy lejos. No tiene hijos ni perspectiva de tenerlos todavía y considera que hasta que no esté en ello o cerca de la “línea de salida” su voz es la de la “inexperiencia”. Otra postura bastante infrecuente (yo misma opinaba con una soltura que ahora me avergüenza).


Nuestra conversación era por Chat, por lo que era bastante sintética, y yo intentaba, en frases cortas, hablarle de la necesidad de los bebés de estar en los brazos de su mamá. De sus necesidades de contacto. Le ponía del ejemplo más típico: los padres que dicen “Llora todo el tiempo por nada. Llora en la cuna, lo coges, se calla. Lo vuelves a dejar, llora”. Y te razonan que es porque se ha malacostumbrado a que lo cojas. Y yo le explicaba que el bebé lo que te está diciendo es que NECESITA estar en tus brazos y que, a lo mejor, necesita estar muchas horas en tus brazos no es que "se haya viciado".



Ella me respondía que no creía que todo el mundo me iba a entender. Su respuesta fué: ”Oye, y esto no es como todo? Que la virtud está en el término medio?
Le respondí: “Sí, sí, es como si tu marido te tuviera que ser fiel toda la vida. La virtud, en el término medio”.
Me responde: “Si mi marido me es medio infiel, le medio mato” ;-)

Y es que hay cierta tendencia en la crianza a pensar que hay que llegar a un término medio. Y, a lo mejor, en ciertos aspectos funciona, pero hay otros en los que no. Lactancia a demanda es a demanda y no a demanda cada 3 horas, diez minutos en cada teta. Contacto físico es contacto físico y no cogerlo una vez sí otra vez no. No dejarle llorar es no dejarle llorar y no esperar cinco minutos y entonces intentar calmarlo. Ser paciente es ser paciente todo el rato no los tres primeros minutos. Y así una larga lista ;-)

viernes, 5 de diciembre de 2008

Una de cal y otra de arena

Si hace nada hablábamos deque habían adquirido una cama de partos en el Servet. Hoy damos la malisima noticia de que va a ser devuelta, si alguien no hace algo por evitarlo. La noticia no la han confirmado ninguna fuente oficial, pero es que tampoco hicieron oficial la adquisición, no obstante todo se sabe. Yo me la creo, así que la doy por cierta.

La verdad es que no tengo detalles sobre los porqués pero seguro que tiene que ver con lo que apuntaba en dicho articulo sobre las resistencias y la falta de formación.

Desde aquí queremos señalar varias cosas:

  • Finalmente llegarán y se usarán, si la iniciativa no parte del hospital o SALUD, llegará impuesta desde el Ministerio, en cumplimiento del desarrollo de la estrategia de atención al parto normal. Lamentable.

  • Cuando eso suceda, y se vean los resultados de cara a la mujer, los bebes y los partos, quedará en la memoria de muchos quienes apoyaron estos cambios y quienes pusieron pegas a todos estos avances. Gente de mente estrecha, sin ganas de progresar, apalancados, que no piensan en la parturienta y en los bebés (si no en la comodidad de no hacer esfuerzos) y en hacer más gratos y seguros los partos, o simplemente incapaces de ver todo esto.

Instamos a los profesionales que han podido quejarse sobre estas camas que reflexionen y decirles "que agacharse por los suelos" es un inconveniente menor en relación al beneficio que las camas conllevan para los partos.

A los responsables les pedimos que por favor, son ellos los que deciden, que no se dejen presionar, y que hagan lo que tienen que hacer antes de que "pasen por encima de ellos". A mi personalmente, que siempre pido respeto para los partidarios al parto natural desde el respeto a los profesionales NO me gustaría ver como estos cambios suceden de forma impuesta y forzada, cuando se pueden hacer desde la serenidad, la profesionalidad y con una mente abierta.

Por favor, cambien de actitud. La actitud lo es todo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La importancia del plan de parto

Cuando me decidí a hacer mi plan de parto, animada por los documentales que había visto, y porque Sergio y Celeste también habían presentado el suyo, cogí unos cuantos de el parto es nuestro y repasé lo que pedían, me informaba de lo que no entendía y redacté el mío dando importancia a lo que yo consideraba fundamental.

Hubo una parte

- Por lo dicho anteriormente deseamos evitar el uso de biberones y chupetes, ya que interfieren en la lactancia.

en la que yo no me paré mucho a pensar, pero la puse. De hecho era mucho más suave que algunas referencias que tenía:

No autorizamos que se ofrezca al bebé ningún chupete.

Quiero que no se administre al bebé alimento ni biberón alguno, sin mi consentimiento expreso o el de mi marido si yo no pudiera darlo.

Fuente del plan de parto: http://www.elpartoesnuestro.es/index.php?option=com_content&task=view&id=220&Itemid=5

Vamos, que yo intenté que fuera más suave y delicado. Casi me parecían avasalladores algunos planes que tenía entre las manos.

Luego, cuando nació mi retoño, mientras se lo llevaban a asear (lo hacían al lado de mi habitación) oí la siguiente conversación:










Auxiliar1 (Tono de alarma): “Noooo, no le pongas a esa el biberón!!!!!”

Auxiliar2 (Sorpresa): “Que pasaaaaaa?”

Aux1: “Que es de las del parto natural, quitaló!”

Aux2:”Parto natural parto natural, pues que lo tenga en casa y no venga aquí!!!”

Estaban hablando del biberón del glucosa que suelen poner en las cunitas en el hospital. En ese momento le dije a mi marido que en realidad me parecía una tontada. Que a mi me daba igual que estuviera ahí el biberón, más cuando el enano sólo estaba en la cuna cuando se lo llevaban a las revisiones o al aseo. Él me dijo que, en general, el plan de parto generaba mal ambiente y que había que poner lo que realmente fuera relevante. Y ahí quedó la cosa.

Hace poco una amiga ha dado a luz en la Clínica Montpelier. Me llamó bastante agobiada porque a las 24 horas el niño no había cogido el pecho. Cuando llegué el niño se lo habían llevado a revisión (se lo llevan de 16:30 a 18:30 o algo similar) y a la vuelta, para mi sorpresa, el niño no mostraba interés por comer. Estuvimos hablando si era porque estaba tan débil que no cogía el pecho o si era porque no tenía hambre (algo sorprendente).

Salí al control a pedir un sacaleches para estimular la subida y que pudiera darle algo, aunque fuera con jeringuilla (mi amiga estaba muy agobiada porque no comiera) y les comenté que el niño no había comido nada en 24 horas. Se sonrieron y me dijeron que no me preocupara, que el niño no estaba sin comer, que algo le habrían dado. Les advertí que no podía ser porque mi amiga había pedido explícitamente que no le dieran biberón. Y entonces llegó el silencio y me dijeron que mi amiga llamara a nidos.

Bueno, la historia tiene final feliz, porque el niño se cogió al pecho, pero 15 días más tarde. Hasta entonces estuve hablando con muchas personas. Entre ellas matronas y auxiliares que trabajan/han trabajado en el Servet, en el Clínico o en Montpelier o Quirón.

Ellas me contaron que, sobre todo en Montpelier, a los niños, en cuanto lloran se les “enchufa” el biberón de glucosa para que no molesten al pediatra. "Claro, si no tienes el biberón preparado en la cuna, no se lo das. Pero si lo tienes a mano, sin remordimientos", me decía.

El efecto de dar un biberón de glucosa a un recién nacido, aparte de la confusión tetina-pezón, es que el bebé queda empachado (como quedamos nosotras cuando nos hacen la prueba de la glucosa) y sin ganas de nada. Mucho menos de “trabajar” succionando. Así que el bebé solo quiere dormir y que lo dejen tranquilo.

De hecho una auxiliar me contaba apenada que ella, hasta que llegó al Servet, no sabía lo malo que podía ser para la lactancia.

Mi amiga ha conseguido la lactancia porque ha sido muy fuerte pero imaginaros el esfuerzo de estar 15 días sacándose la leche para dársela en vasito cada 2 horas. Si cuando terminas de sacártela y dársela tienes que volver a empezar!!! Y ni siquiera puedes estar tumbada como con la teta! El bebé empezó a mostrar signos de hambre cuando salió de allí (casualidad, no?). Y, desde luego, ni la clínica le ofreció un sacaleches ni mostró ninguna preocupación porque no se hubiera establecido la lactancia.

Esta historia sólo me ha reafirmado en que es importante pedir que no haya biberones de glucosa en la cuna de tu bebé pero también de lo importante que es la formación del personal que atiende a los bebés. No sólo pediatras y matronas, si no todo el personal. Y, en la medida de lo posible, si te preocupa tu lactancia o el desarrollo de tu parto, intenta elegir un hospital que te cree los menos problemas posibles.

Otra cosa es que, ahora entiendo los planes que me parecían "avasalladores" y, si tuviera que redactarlo otra vez, creo que sería más firme en mi petición. Con la teta de mi niño no se juega. ;-)

martes, 2 de diciembre de 2008

Cambios en el Servet

¡¡ Cambios y bienvenidos !!

Parece que por fin el Servet y el Salud empiezan a dar pasos para acercase tímidamente a otras comunidades autónomas donde el parto natural ya es una opción real (Andalucía, Galicia, Extremadura, Asturias, La Rioja, Cataluña).

De momento disponen de:
  • Pelotas para la dilatación: Aunque están autorizadas a usarlas por la jefatura de Paritorios, no son todas las matronas quienes las ofrecen, suponemos que por la novedad que suponen y por la inseguridad que puede provocar en algunas matronas que jamas han visto utilizar este tipo de material.
  • Una cama de partos (tienen que llegar dos más), donde la mujer puede parir en posición vertical, y que de momento parece que no se atreven a usarla, ya que no les han enseñado a hacerlo.
Inés García, del Hospital de Guadix

Aplaudimos estos avances y animamos a las matronas a usarlos; pero este blog debe ser critico también con estos temas:

Señores responsables del Salud y del Servet: El material no lo es todo, hay que proporcionar formación y adiestramiento. Ya que en que España va unos 20 años retrasada con respecto a otros paises de la UE en lo que al parto se refiere, es "normal" que ciertas matronas y médicos se "resistan" a usar estos medios si nadie les ha explicado como usarlos adecuadamente y las ventajas que conllevan para la mujer y el parto.

Me imagino a una matrona que esta acostumbrada a asistir un parto en una camilla horizontal o en la silla obstétrica teniendo que sentarse en el suelo para poder ver el progreso del descenso del cilindro fetal .... ¡yo también estaría incomodo, especialmente si pensara que esa posición no aporta mucho al parto! Alguien debería explicarles el funcionamiento del sillón, como utilizarlo, que posturas adoptar, como sentarse ...

Habitación de parto equipada con cama de parto y pelota de
dilatación en el Hospital Clinic de Barcelona

Curiosamente creo recordar que conozco alguien en el hospital que ha asistido partos en camas idénticas hace años... ¿le habrán preguntado y tenido en cuenta?

El principal handicap ahora es esa formación, hay que hacer comprender a los profesionales que es un avance que beneficiara a las mujeres y sus bebes, al desarrollo del parto, y que reducirá considerablemente la necesidad de episiotomia y las hemorragias y favorecerá el expulsivo, el alumbramiento de la placenta, etc.

En cuanto a la pelota de dilatación permite a la mujer paliar el dolor de la dilatación, si opta por no ponerse la epidurál, ayuda a preparar muscularmente el periné, distendiendo suavemente la musculatura, favorece la lubricación de todas las articulaciones de pelvis (caderas, sacro-coxal, sacro-iliacas), con lo cual aporta más margen de movilidad articular para el expulsivo....
La pelota de dilatación no solo es útil en el parto,
durante el embarazo va preparando muscular y articularmente la pelvis

Recordar también que para no verse en el handicap de "asumir una responsabilidad", que de momento no inspira confianza a algunos profesionales, el documento de Plan de Parto, entendido como lo que debe ser (un documento que expresa los deseos y preferencias de la madre, y no como un documento que intenta imponer un criterio técnico pasando por encima de los profesionales), permite usar estos recursos por petición de la madre. Así que, empiecen a dar la bienvenida a los planes de parto, por que es una herramienta que también beneficia al personal que asiste el parto.

Queremos animar desde aqui a todos los profesionales del servet, tanto matronas como obstetras a informarse y formarse sobre la conveniencia, las ventajas y el uso de estos recursos y a solicitar tanto a la dirección del hospital como a los responsables del SALUD, la formación adecuada para poder conseguir uno partos más gratificantes y si... MAS SEGUROS.

PD. Estaríamos encantados de publicar fotos de estos avances en el servet, para no recurrir a fotos de otros hospitales. Dres. Tobajas y Castán, Estariamos encantados de que nos las enviaran.

Taller de Canto Prenatal

Taller de
CANTO PRENATAL

Para embarazadas, madres, padres y demás personas interesadas en el canto

Conecta con tu bebé, aprende herramientas para el momento del parto...

Sábado 13 de Diciembre de 2008
De 10 a 14 horas


Imparte: Laura Lisi, directora de coro y profesora de canto
Lugar: Peñaflor (final linea 28)
Precio: 20 € (plazas limitadas)
Más información en: mespiau@aragon.es, 976 154 095, 649 629 876 (Mayte)

lunes, 1 de diciembre de 2008

El parto de Isabel y su hija Irene

Mi nombre es Isabel y mi hija se llama Irene. Os relato su nacimiento, ha sido afortunadamente un parto rápido y respetado.

Primero, me gustaría contaros que desde el momento en que supe que estaba embarazada de mi segundo hijo, me puse en marcha para planificar el parto lo mejor posible.

Ya os dejé el relato del parto de Iker, inducido, con ventosa y separado de mí durante cinco horas, sin razón aparente. En esta ocasión, quería evitar la separación a toda costa, era lo que más me importaba de todo.

Busqué otro ginecólogo y gracias a Bea, mi doula y a vosotros, oí hablar de Jorge Iranzo. Al principio ya le comenté cómo me gustaría que fuera el parto (sin oxitocina, sin episiotomía, lo más incorporada posible en el expulsivo, etc) y me dijo que mientras todo fuera bien, no tendría ningún problema en que así fuera. La matrona con la que trabaja es Ana Pintos y también estuvo receptiva a todo lo que le comenté.

Llegó así la semana 40 y planeaba la sombra de la inducción; seguí los consejos de Bea y de Eva, de La Madriguera, para provocar el parto y el sábado 16 de Noviembre a las 10 de la noche empecé a sentir algo, pero no sabía si eran contracciones. A las 23.30 ya tuve la certeza de que eran contracciones de parto.

Antes había llamado ya a Bea, pero como pude hablar con ella perfectamente mientras tenía alguna contracción, ella pensó que la cosa iba todavía para largo. También hablamos con Ana Pintos, mi chasco fue enorme cuando nos dijo que ella no iba a podernos atender y que estaría otra matrona sustituyéndola.

Se me fueron todas las ganas de ir a la clínica (sería en la Montpellier), aunque a las 12.15 mi marido decidió que nos íbamos, ya que yo ya casi gritaba con cada contracción y eran muy seguidas. Íbamos en el coche y yo le gritaba que corriera, porque sentada no podía ni aguantar el dolor, además, había decidido ponerme la epidural porque un dolor así no lo soportaba más. Al llegar, me hicieron un tacto, acabé de romper aguas e inmediatamente después sentí ganas de empujar. Estaba dilatada totalmente y sin tiempo ni de quitarme la camiseta, ni de ponerme el camisón de la clínica y mucho menos de la epidural, pasé directamente al paritorio.

Jorge casi ni llega, y Bea, mi doula, llegó al final. En dos empujones salió Irene, yo apenas tuve un pequeño desgarro, que me cosieron pinchándome un poco de anestesia. Noté cómo salía la placenta.

Ahora llega la parte que más me importaba… la primera atención a Irene. Días antes ya había hablado con Beatriz Bielsa, la pediatra del mayor, comentándole que me gustaría que Irene no fuera a la incubadora para darle calor, ni siquiera que se la llevaran ni 20 minutos. Me dijo que respetaba mi decisión y que así lo haría. El problema fue que a esa hora (las 12.30 de la noche) ella no iba a venir, por lo que estaría la pediatra de guardia, la Dra. Sánchez (creo) que resultó ser encantadora. El test de Apgar lo hizo con Irene encima mío, la vitamina K se la pusieron sobre mí, tan sólo se la llevaron (pidiendo permiso primero) para pesar y poner la vacuna. Fueron menos de 5 minutos, ni siquiera la midieron para no perder más tiempo.

Nos fuimos a la habitación las dos juntas y así estuvimos toda la noche, enganchada al pecho. En paritorio todos fueron encantadores, lo único que tuve que oír los siguientes días fueron comentarios de las enfermeras como…

“En 16 años que llevo trabajando aquí es la primera vez que no se llevan al bebé a calentar” ó “No la tengas todo el tiempo enganchada, déjala en la cuna. Así te van a salir grietas” ó “Ya sabes, 10 minutos por pecho cada 3 horas. Eso es lo que recomiendan matronas y pediatras”. También intentaron que le diera un biberón de glucosa por no sé qué rollo de bajada de azúcar… Es el único “pero” que pongo, la nula formación de las enfermeras.

En fín, que este segundo parto, afortunadamente, no ha tenido nada que ver con el primero, gracias a Jorge Iranzo y a la pediatra que nos atendió, la Dra. Sánchez. Ojalá hubiera más profesionales tan respetuosos como ellos.

Estivill funciona

Que si, que si, de verdad, que funciona. Que tú aplicas el método a un niño que se despierta mucho y acaba durmiendo de tirón. Bueno, en un porcentaje falla, pero puede que sea por aplicar mal el método.

Y es que tengo un enano de 12 meses que se despierta cada hora y media, dos horas y lo duermo al pecho. Y claro, hay días que estoy muy cansada. Tengo que decir que la mayoría no, pero hay días que son duros. Así que mucha gente me ha recomendado en algún momento el método Estivill.

Lo que yo no me atrevo a plantearles es lo siguiente. Una de las cosas que me da más pánico es que, el cole, siendo pequeño, algún desalmado abuse él y tenga miedo de decírmelo. También quiero que si alguna vez, de adolescente, se mete en un lío cuente conmigo para ayudarlo. Vamos que yo quiero que mi niño sepa que yo voy a estar ahí, siempre, para lo que el necesite.

Eso choca frontalmente con que cuando se despierta (lo normal en un humano cada ciclo de hora y media a esa edad) y no sabe volver a dormirse, yo no le ayude a hacerlo.

Si ahora le enseño que se las tiene que apañar solito, que papa y mama te quieren pero que se van a otra habitación, y que se busque la vida para dormirse. ¿Cómo le voy a enseñar luego que no, que tiene que contarme sus problemas?

Lo siento, pero hasta que alguien me demuestre lo contrario, Estivil consiste en dejar a tu hijo solo con su problema y que, por puro agotamiento, aprenda la técnica de dormirse.

Normalmente, si no son muy allegados, y me recomiendan el “Duermete niño” digo aquello de “Ah, vale, muchas gracias” si no me pillan belicosa. Pero claro, cuando hablamos de allegados, normalmente padres que ya lo han aplicado, el argumento anterior ni me atrevo a mencionarlo (los estaría atacando/cuestionando).

Tampoco menciono otra cosa. Aprenden a dormirse solitos pero ¿A costa de qué? ¿Qué consecuencias tiene que aprendan algo a base de llorar desconsoladamente (es decir, sin ningún consuelo literalmente)?

Si mi hijo aprende que no hay que meter los dedos en el enchufe por sí mismo, lo mejor que le puede pasar es que lo aprenda con un garrampazo. Lo peor… Así que prefiero, yo misma, indicarle que el “enchufe no”. Es cansado, lo reconozco, pero lo prefiero a tener un bebé al’last

¿Pasa lo mismo con el sueño? ¿Evitar MI cansancio supone ponerle a él en riesgo? Son varios los estudios que alertan sobre las posibles secuelas de dejar llorar a un niño sin atención. ¿Merece la pena jugársela?

Veamos, ayudar a un bebé a dormirse cada vez es cansado y hace falta apoyo. Seguir ese ritmo de despertares aunque sea colechando y con lactancia (algo que palía el esfuerzo de la madre) es duro y los dias “malos” (dias que están raros, malicos, alborotados,…) más. Es verdad que acabas sincronizándote con el bebé y es más llevadero, pero si por el día no tienes un apoyo que te permita “reponerte” teniendo alguna siesta o rato de relax me parece inviable. Es poner en la balanza nuestro esfuerzo físico frente a la otra opción.

Pero mi problema, por el cual aún me convence menos, es que tengo a unos papis muy cercanos que lo aplican para todo y oye, primero que no los veo más descansados. Ellos también tienen malas noches. Además me dicen que sus hijos son unos llorones, que pueden estar llorando y llorando por cualquier cosa o por nada (según ellos). Me hablan de que pierden la paciencia y los nervios. Encima, a uno de sus hijos le han detectado una enfermedad neurológica bastante seria. Y, lo siento, pero no he podido evitar pensar en sus llantos desconsolados.

Reconozco que es un caso frente a uno en un mar de millones de experiencias, que es muy probable que la enfermedad no tenga que ver con el método, pero, si nos limitamos al hecho de que me recomiendan el “Duérmete niño” para que yo descanse, yo me veo mucho más descansada a mí misma ;-)

Pero creo que no sólo descanso porque sean más o menos livianos los despertares sino porque pienso que mi hijo NO me está tomando el pelo. Es algo muy importante. Cuando mi niño llora y voy a atenderlo lo hago pensando que me necesita, remueve todo mi cariñito y saco lo mejor de mí misma para atenderle.

Veo que, aquellos que piensan que su hijo les está puñeteando, están todo el día de mala leche. Y es natural. Imagínate por la noche, estás viendo una película en tu sofá y llama tu vecino a pedirte un trozo de papel para apuntar su lista de la compra. Se lo das y te vuelves a sentar. Vuelve a sonar el timbre, que tu vecino te dice que no le pinta bien el boli que si se lo puedes apuntar tú. Bastante desconcertado, lo haces. Se va, te vuelves a sentar. Suena el timbre otra vez, que oye, que ya que estás, por qué no le compras tu lo que necesita mañana ¿Qué cara se te queda? ¿Te estás perdiendo tu ratito de relax por la noche porque le apetece tomarte el pelo????

Ahora imagínate otra situación. Es tu día libre y puedes estar en la playa. Ha salido un día estupendo. Estás tostándote al sol la mar de a gusto. De repente, al niño al que tienes al lado le ha picado una medusa. Acompañas a su apurada madre al centro de socorro. Te vuelves a sentar. Vuelve la madre sin el niño. Te dice que viene a recoger sus cosas para coger un taxi e ir al hospital, donde se han llevado a su hijo porque podría tener una reacción alérgica. Te ofreces a llevarla en tu coche, lo tienes ahí y es más rápido que el taxi. El esfuerzo es bastante mayor que la de la historia del vecino, has perdido tu día libre, no has descansado, etc… Pero no estás cabreado, incluso hasta te sientes bien por haber ayudado en lo que has podido.

Esa es la diferencia entre atender a tu hijo pensando que te está tomando el pelo o pensar que es una pequeña personita que depende de ti y te necesita. Que, cualquier esfuerzo, es mucho menor.