lunes, 25 de agosto de 2008

La responsabilidad es de todos

Ultimamente estoy escuchando casos de partos en Zaragoza bastante horripilantes. Mis fuentes no han sido directas así que no puedo formarme una opinión clara sobre lo que pasó en ellos.

No obstante, y adoptando un enfoque relativo, intentando no tomar partido, (cosa muy dificil porque el la madre y sobre todo el bebé, son lo más importante en un parto, y respetarlos es crucial), voy a lanzar unas reflexiones para el que las quiera recoger, avisando que puedo tocar fibra sensible en mucha gente.

La responsabilidad de como acaba el parto no es del obstetra, ni de la matrona, ni del padre, ni de la madre, es de todos los que intervengan en él. La madre interviene (aunque a algunos les parezca un objeto pasivo que manipular mecánicamente) , de hecho tendria que ser la que tuviera el protagonismo y guiara su parto siendo acompañada y apoyada en la medida justa por otras personas (cuantas menos mejor) y por lo tanto tiene gran parte de la responsabilidad.

Pero quien no tiene ninguna responsabilidad, ni culpa de lo que le pueda pasar, es el bebé que no ha decidido venir a este mundo por su cuenta, sino que se supone que ha sido buscado, deseado y que en consecuencia se asume la responsabilidad, el placer, y los momentos duros y dificiles de su embarazo, nacimiento y crianza.

Repasemos:

La sociedad: Tiene la responsabilidad de no lanzar mensajes superficiales y perniciosos y de no convencer a la madre de que el parto o la crianza son actos de sufrimiento (como se intenta hacer ver por parte de muchos) ni de convencer sobre la idea de que la comodidad de los padres está por encima de las necesidades vitales del bebe (amor, abrazo, calor, leche materna, cuidados, seguridad, cariño, respeto, su madre ....etc), las necesidades vitales y emocionales de la madre (respeto, cuidados, tranquilidad, sosiego, calma, contacto con su bebe, apoyo emocional, cariño... etc, etc...).

En la medida de que lanzamos mensajes equivocados provocamos que la madre y el bebe tengan dificultades para vincularse, para contactar, para llegar a ese mutuo conocimiento profundo e intuitivo, provocando graves inseguridades en la madre que provocan grandes carencias emocionales a ambos (y recordemos que el bebé no puede hacer nada ante esto, la madre si, pero en su situación personal con muchisimo apoyo adecuado).

Y por contra, la sociedad tiene la responsabilidad de hacer justo lo contrario, apoyar, informar, formar, dar confianza inspirar tranquilidad, respetar, no juzgar.... Tiene la responsabilidad de crear las condiciones necesarias para que los padres puedan ejercer las suyas. ¿Que sociedad deseamos? ¿Que sociedad tenemos?

Los padres: Tienen la responsabilidad de engendrar por amor, y estar dispuestos y desear dejar lo que antes era su vida en pos de una grandeza infinitamente mayor que cualquier acto social de su vida anterior. La responsabilidad de criar a sus hijos con amor, y de darles lo que necesitan que basicamente es a ellos mismos. La responsabilidad de volcarse en ellos y disfrutar de ellos y de tener infinita paciencia en los momentos duros, de acompañarles en el dia a dia, verlos crecer y no caer en creencias desfasadas que se transmiten entre generaciones y que repetimos si más sin haber reflexionado realmente sobre ello. En contra de lo que muchos creen la vida con el bebe es más facil, y más gratificante así. (Ver: Vuestros hijos no son vuestros, Lo primero ya no es lo primero, La paternidad)

La madre: El actor principal con responsabilidad y capacidad para influir en su vivencia. Puede ejercer su responsabilidad, informarse, obtener información tranquilizadora y que le haga ser consciente del los distintos procesos de enbarazo, parto y crianza, de vivirlos con tranquilidad, de no caer en los miedos que terceros intentan inculcarles, de respetar a su bebe y conocer las implicaciones que sus decisiones tienen para él y para su relación futura. Pero su situación hormonal en gran parte del proceso, aunque no le impide ejercer su responsabilidad, hace que requiera de mucho apoyo, social, de su pareja, familiar, de los profesionales que acompañen sus procesos. (Ver. ¿Por quien comienza el cambio?)

El padre: Tiene la responsabilidad de apoyar a su pareja para conseguir una buena vivencia de todos sus procesos (embarazo, parto, lactancia crianza), de alejarla de los proceso mentales o emocionales negativos que le puedan inducir desde el exterior o las propias creencias falsas mecánicamete inculcadas desde la infancia por repetición de falsas verdades. De informarse y contrastar información, de infundir tranquilidad y confianza a su pareja de ayudarle a librase de temores y llevar unos procesos sosegados y tranquilos, tanto en el embarazo como en el parto y la crianza. De respetar sus decisiones aunque no se este convencido de ellas, pero también a mostrarle opciones que quiza desconozca y que puedan serle útiles, desde la tranquilidad y la naturalidad. De buscar apoyos adecuados en los momentos de crisis, cuando la madre no está en condicones adecuadas para superalas sola, y de haber anticipado la necesidad de estos apoyos, para evitar la urgencia de lo inesperado que suele llevar a decisiones precipitadas y erroneas.

La matrona: La responsabilidad de buscar un proceso respetado, de apoyar incondicionalmente a la madre en sus deseos y decisiones, de no juzgarla, de ser su sosten, su amiga, de lograr no solo una conclusión buena del parto, sino un proceso amable facilitandole todos los recursos necesarios para una buena vivencia de su parto. La responsabilidad de ser consciente de que no solo hay una madre pariendo, sino un bebe naciendo, y no caer en la simplicidad de pensar que un buen parto es el que "acaba bien", el corto y el de poco dolor, sino el parto "vivido bien" como la madre desea, especialmente si ha ejercido la responsabilidad que le corresponde, y sin perder de vista que el bebe necesita de un proceso natural para que el parto sea un buen parto. Que cada "atajo" para la madre puede ser una fuente de problemas futuros para el bebé. Responsable y consciente de que su actuación dejara huella en bebe y madre de por vida, para bien o para mál. (Ver: La Matrona Autentica)

El Medico: La responsabilidad sobre sus decisiones médicas, tanto las de intervención como las de no intervención. La responsabilidad de conocer como es un proceso fisiologico de un parto normal sin medicalizar y de que necesidades conlleva, para ser realmente más consciende de cuando intervenir y cuando esperar. La responsabilidad de ser conscientes de lo que implica la medicalización de un proceso natural cuando esta es innecesaria o rutinaria, las implicaciones afectivo emocionales y consecuencias para la futura crianza. La resposabilidad y consciencia de que estas decisiones no finalizan sus consecuencias con el alta de la madre y el bebé sino que tendra su huella en el futuro de su relación, para bien o para mál. La responsabilidad de ser conscientes de las implicaciones gravisimas de la separación del bebe de su madre y de las nuevas investigaciones que demuestran que su contacto permanente es crucial para la vida futura de ambos; para poder tomar las decisiones adecuadas y no separar por rutina o desinformación. (Ver: ¡Que No os separen!)

El personal hospitalario: La responsabilidad de estar bién formado y actuar con profesionalidad y no basandose en creencias personales arrastradas por procesos personales. Estar formados en apoyo a la lactancia y/o facilitar el acceso de personas que puedan apoyar debidamente a la madre. De facilitar el respeto por el descanso y reposo de la madre y bebe, el respeto a la intimidad que necesitan, a la no separación y a no ejercer actos agresivos o contraproducentes para el bebe. De informar debidamente de cada acción que se pretenda realizar por los motivos que sean y de dar siempre la opción de elección a la madre, sin actuar con su autorización expresa. De tratar con respeto a madre y bebe y no con parternalismos sino como madres resposables que han de serlo toda la vida (es absurdo pensar que no puede serlo los primeros dias y si el resto de su vida). De no realizar actos contra la lactancia y la crianza como suministrar chupetes o biberones o aconsejarlos o recomendar lactancia artificial. (Ver: las "ayudas" al pecho)

La familia y amigos: De respetar las decisiones de los padres, gusten o no y apoyarlas hasta el final. Aunque eso implique no estar presente en ciertos procesos y momentos, aunque haga mucha ilusión. De respetar y confiar en los padres que emprenden una nueva vida, y que de no ser respetados y apoyados, se les hace muy flaco favor. Estar disponibles pero no entrometerse. De no juzgar o criticar actitudes o decisiones de los padres y de estar abiertos a la posibilidad de que sus creencias sobre la crianza esten equivocadas o desfasadas, especialmente si estan basadas en miedos o implican la idea de que un bebe "no debe acostumbrarse a..". Un bebe necesita calor, contacto y cariño, requiere no dejarle sufrir (si llora esta sufriendo), cogerlo, abrazarlo, acunarlo, amamantarlo. La responsabilidad de no perder de vista las necesidades del bebe "frente" a las "necesidades" de la madre, porque esto nunca es asi. Ambos tienen las mismas necesidades, de hecho son un unico ser dual mama-bebe y así será durante un largo periodo. (Ver: Quiero un niño independiente)

Además me parece importante destacar:

  • Asumir responsabilidades que no nos corresponden es siempre perjudicial para quien si las debe asumir.
  • Es necesario respetar las responsabilidades de los demas y apoyarlos en su ejercicio.
  • Por mucho que hagamos para facilitar una buena experiencia, a veces el no ejercicio de sus responsabilidades por parte de los demás, lo impiden. No podemos sentirnos responsables y menos culpables por ello.
  • Cada uno se labra su propio camino en función de su sentir y sus acciones.

En este sentido opino lo siguiente:

El parto es de la madre (Ver: El parto es nuestro) (obviando al bebé porque el pobre no puede decidir, esta sometido a la buena voluntad y sentir de los demas), no es ni de la matrona ni del medico. La matrona debe cuidar de la madre pero no puede "obligarle" a tener una buena vivencia si la madre no lo desea, no es consciente de las implicaciones o su actitud es contraproducente consigo misma. (Ver: miedo a los hospitales y medicos)

La matrona no debe colocarse en una posición paternalista, pues no respeta la responsabilidad de la madre. Debe ser su apoyo y su guia y velar por un proceso lo más natural posible dentro de los deseos de la madre (guste o no). Por otro lado la matrona tiene la responsabilidad de renunciar al proceso natural y avisar a un medico cuando halla evidencias suficientes de que pueda haber problemas.

La matrona o el medico no deben interferir en la responsabilidad de la madre, y deben apoyar su autonomia y decisiones (ver: ley de autonomia del paciente), especialmente cuando son conscientes de ellas. (Esto se expresa en un plan de parto, por ejemplo). Una mujer consciente que quiera un parto natural y que ejerza la responsabilidad de decidir como quiere su parto, será responsable para permitir un acto médico si llegado el momento este fuera necesario, además tendra la capacidad de darse cuenta de si es o no necesario. (Ver: Planes de parto)

El médico no puede obviar la responsabilidad de las matronas ni interferir en ella basandose en su jerarquia, las relaciones de poder son perjudiciales para el desarrollo del parto.

Las matronas no pueden eludir la responsabilidad del medico y han de avisarle cuando el proceso se desvie de lo normal, momento en que la responsabilidad recae en el medico y que en función del desarrollo puede devolver a la matrona la responsabilidad del mismo si se restablecen las condiciones suficientes.

Pienso que todas estas observaciones son logicas y coherentes y que todos los responsables aludidos las siguen, pero claro, la visión de las cosas cambia en función de quien mira. O quiza de .... COMO mira. (¿Hay miedo, rabia, ira, enfado, agresividad, abuso, falta de respeto, superioridad, rencor, en su actitud? o lo contrario)

Bajo mi punto de vista la no aceptar las responsabilidadades de los demás, es una forma de violencia, que engendra más violencia. El COMO es crucial para distiguir esto, pero ojo, también el QUE y el CUANDO, también se puede ejercer violencia con buenas palabras (palabras "no te preocupes bonita, que no vas a notar nada", pensamiento ulterior "no querias episiotomia, pues toma". Si, si, ... hay gente capaz, ¿increible verdad?)

Por cierto, perdon por la intromisión en las responsabilidades de los demas.... o no ... quiza como parte de la sociedad pueda estar ejerciendo la responsabilidad de dar mi visión.

lunes, 18 de agosto de 2008

La teta y la DGA

La teta y la DGA

Un grupo de usuari@s del grupo de Crianza del Arrabal se reúne con representantes de la DGA para reclamar mayor apoyo a la lactancia en el postparto


El pasado 6 de agosto una representación del Grupo de Crianza del Arrabal mantuvimos una reunión con la responsable del Programa de Mujer y Salud del Gobierno de Aragón, María José Amorín. Nuestro objetivo era doble. Por una parte, mostrar nuestra gratitud hacia la Matrona María Angeles Checa y la Enfermera de Pediatría Nuria Ramos por su excelente labor al frente del citado grupo de apoyo a la lactancia. Por otra parte, buscamos una especie de compromiso para que la Consejería de Salud estudie la posibilidad de poner en marcha programas de atención a la mujer en el posparto como este del Arrabal que ayuden a prolongar la lactancia.

Amorín se mostró encantada de recibir las explicaciones de lo bien que funcionaba este grupo. Los asistentes le expusimos lo importante que había sido este grupo para mantender la lactancia y la recuperación posparto.

El compromiso que buscábamos no lo conseguimos al 100%, aunque el encuentro fue muy satisfactorio. La responsable de Salud y Mujer nos comentó que desde el Gobierno de Aragón se está trabajando desde la pasada legislatura en este tema, así como en el fomento del parto natural.

En estos momentos, la DGA va a iniciar grupos de trabajo multidisciplinares (sanitarios, madres, agentes sociales, Administración…) para hacer un estudio de la situación y poner en marcha las iniciativas más adecuadas. Estos grupos arrancarán en septiembre. Algunos contactos ya han comenzado, como es el caso de Via Lactea.

Amorín destacó que para la administración autonómica el tema de la lactancia lo engloba dentro de tres bloques: preparación al parto, hospital y postparto. Para ello, en todos los centro de salud nuevos existe la sala de Educación Maternal y se dota de mayor espacio a la consulta de la matrona. Y en los centros antiguos en los que es posible también se están habilitando estos espacios. Aunque, desde la DGA se da menor importancia al postpoarto, y ven como alternativa las clases de preparación maternal y el fomento de la misma en el centro hospitalario.

En la reunión, todos los asistentes insistimos en la importancia del apoyo y asistencia en el posparto para prolongar la lactancia y superar esos hapdicaps que a veces se producen. Éste, parece ser, será el principal escollo de esos grupos de trabajo que van a poner en marcha.

María José Amorín nos adelantó que es voluntad de la DGA que en los próximos meses el seguimiento del embarazo (si éste es normal) se haga conjuntamente desde atención primaria y la matrona, con visitas concretas. De este modo, se podrá proporcionar un seguimiento más cercano a las usuarias. De este modo el especialista dispondrá de más tiempo y no sólo se dedicará a las pruebas rutinarias.

Respecto al tema del parto, Amorín declaró su intención de continuar con la línea de apoyo a un parto respetado y fomentar los planes de parto en todos los hospitales aragoneses.

Por último, se comprometió a estudiar la queja que le trasmitimos acerca de las vacaciones sin sustitutas de las matronas de atención primaria, que deja a muchas mujeres solas durante varias semanas, ya que no se prevén sustitutas.

El encuentro fue muy satisfactorio, aunque, cómo siempre, esperábamos más. Ahora, con la complicidad de Amorín, remitiremos el escrito a la Dirección General de Atención al Usuario y mantendremos un encuentro con los medios en septiembre para dar a conocer la iniciativa del Centro de Salud del Arrabal así como demandar medidas similares en todos los Centros de Atención Primaria.

Queremos agradecer a María José Amorín el habernos dado la oportunidad de explicarle nuestras inquietudes y su excelente trato en una reunión muy peculiar a la que asistimos, Pilar, Sergio, Celeste y Lorién, Eva y Leo, Marta y Mateo y Sonia y Javier (ver fotos).

Por: Sonia Sin

viernes, 15 de agosto de 2008

El nacimiento de Enai

Enai nació en casa, a mediados de junio, bajo una espléndida luna llena.

Hace dos años, en el Curso de Maternidad Entrañable y Gozosa de Jaca fui consciente de que el parto y el nacimiento de Noa habían sido bastante traumáticos y, desde ese momento, empezamos a “prepararnos”. No queríamos que, si teníamos otro hijo, las condiciones fueran las mismas. Hemos leído muchísimo, hemos recabado amplísima información con respecto al embarazo y parto fisiológicos y hemos conocido a gente maravillosa que conoce, ha disfrutado, promueve y ayuda en estos procesos únicos.

Y, de esta manera: informados, responsables y consecuentes con nuestras ideas y nuestros sentimientos, me quedé embaraza de Enai.

Vivimos en el Bajo Aragón y el hospital que nos corresponde es el comarcal de Alcañiz, más conocido por su falta de epidural en el parto las 24 horas del día (sólo te ofrecen el servicio por la mañana, el resto del día se limita a casos de cesáreas o instrumentaciones) que por el trabajo que realizan los profesionales a favor del parto natural. Allí presentamos nuestro plan de parto.

La idea era que Enai naciera en casa, si así lo quería él, pero la posibilidad del hospital era real: porque mi matrona estuviera de guardia trabajando allí, porque algo en mi proceso de embarazo o parto lo indicara… o porque yo lo decidiera en algún momento. De ahí el plan de parto, pero en casa teníamos preparado todo el “kit parto en casa”: fitball, bañera de partos (que me regalaron mis amigas y que se pegó casi un mes hinchada encima del sofá), silla de partos que nos hizo el carpintero, velas, música, cámara de video…en fin.


Y así llegó el 17 junio por la noche, al día siguiente cumplía la semana 41 y tenía que ir al gine a que me dieran fecha para inducir.

Me levanté a la 1:45 de la mañana a hacer pis, como todas las noches, y me volví a dormir, no noté nada diferente, pero a las 2:30 (45 minutos después!) me despertó una contracción molesta. Estuve media hora en la cama medio dormida, pero aquello iba a más, así que le dije a Edu: “Levanta que esto va en serio”. Edu iba zombi por la casa, le dije que llamara a Lilia. Quería que ella fuera mi doula, sus dos hijos nacieron en casa y necesitaba su compañía. Ella estaba a dos horas de camino. Llegué al baño y mientras hacía pis se rompió la bolsa y el líquido amniótico salió con un gran chorro, las contracciones eran muy intensas y seguidas, le dije (o más bien le grité) a Edu: “Llama a Nacho (mi matrona)… y prepárame una cama!!!” Estaba convencida de que el parto iba a ser largo, así que quería tumbarme para relajarme y descansar al máximo. Eran las 3.15.

Me tumbé en la cama que había preparado Edu (Noa estaba durmiendo en la nuestra), recuerdo que entre contracciones le decía: “Pero si no has puesto plásticos!!! Si estos no son los calcetines que te dije!!! Se supone que no tengo que activar mi neocórtex!!!”
Las contracciones eran cada vez más intensas, yo intentaba relajarme, pero no podía, no daban tregua. Le decía a Edu: “Qué mal lo voy a pasar! Qué largo va a ser esto!” yo me imaginaba estar así horas.

Cerca de las 4 llegó Nacho, muy tranquilo, yo le había pedido que me explorara lo mínimo y que no me dijera de cuánto estaba dilatada a no ser que yo se lo pidiera. Pero mientras él preparaba sus cosas mis contracciones cambiaron y empecé a pujar. Le dije que me explorara porque yo tenía ganas de empujar. Cuando me dijo: “Estás en completa” me relajé, no me lo podía creer y él tampoco.

Me puse a cuatro patas encima de la cama con la cabeza empotrada en el rincón de la pared, así estuve un rato hasta que las manos me empezaron a doler, así que pedí que me pusieran una colchoneta en el suelo. Bajé, y me quedé de rodillas recostada hacia delante sobre la cama, qué gusto.

Estábamos a oscuras, sólo entraba un poquito de luz de las farolas de la calle y cuando Nacho necesitaba más luz se ponía su frontal. Las contracciones eran bastante espaciadas, o eso a mí me parecía, recuerdo habernos reído de algo, pero no sé de qué. Grité muchísimo en cada una de ellas, pero no porque me dolieran demasiado, sino por la necesidad de empujar que tenía, era algo imparable y muy intenso. Yo les decía: “Tranquilos, me duele, pero no estoy sufriendo”. Mi cuerpo me pedía estirarme, así que Edu se sentó en la cama delante de mí y, en cada contracción, estiraba de mis brazos.

El expulsivo fue largo, 1 hora y cuarto, pero yo estaba muy tranquila, intuía que Enai iba a ser grande y que necesitábamos nuestro tiempo. Yo le preguntaba a Nacho si todo estaba bien cada vez que escuchaba el latido de su corazón. Todo estaba bien, así que yo no tenía prisa. Poco a poco Enai fue bajando por mi pelvis, lo notaba, y mi cuerpo se iba contoneando para ayudarle. Noté cómo llegó al periné y cómo éste se iba estirando, la presión y la tensión eran cada vez más fuertes, ya quedaba muy poco.

En esos momentos llegó Lilia, Edu fue a abrir la puerta y llegaron justo en el momento en el que Enai asomaba su enorme cabeza. Traía el cordón bien enrollado al cuello, así que Nacho tuvo que cortarlo, y en el siguiente pujo salió su cuerpo. Eran las 5:15 del 18 de junio.

Qué grande era, qué bonito, qué limpito nació y qué despierto. Lo abracé corriendo, nos tapamos, andaba un poco agobiado con la respiración ya que no contaba con la ayuda de su cordón, pero él mismo fue respirando lentamente.


Aún tenía que salir la placenta, así que decidimos estrenar la silla de partos, me senté y en un empujoncito salió: enorme, roja, brillante. Nos tumbamos en la cama y no olvidaré nunca su mirada despierta, serena, llena de vida. A la hora de haber nacido, mientras yo estaba tumbada de lado hablando, se enganchó a la teta él solo.

Sólo quedaba revisar mi periné que había sufrido un pelín, tuve dos desgarros de primer grado, uno precisó unos puntos y el otro ha cicatrizado por sí solo. La recuperación no ha tenido NADA que ver con la episiotomía de mi parto anterior.


A las 8 de la mañana amaneció Noa, sólo se había despertado una vez en esa noche y, por primera vez, aceptó volver a dormirse con su papi. La idea de que Noa estuviera en casa durante el parto no estaba clara, lo decidiríamos durante la marcha. Y así fue… es que no dio tiempo a decidir casi nada!!! Mi “Kit parto en casa” quedó prácticamente intacto, sólo usé la silla de partos para alumbrar la placenta. Con las ganas que tenía de bañarme y relajarme en mi piscinita… ni velas, ni musiquita ni ná de ná. Tal y como explica Michel Odent, parí en el sitio menos pensado, en la habitación más pequeña. Fue todo tan rápido que creo que aunque hubiera querido ir al hospital no hubiese podido.

Esta experiencia me ha aportado muchísimas cosas.
- Confirmar que el parto es un proceso fisiológico, normal, instintivo e imparable. Me da pena pensar que, con lo fácil que puede llegar a ser, cómo lo complicamos.
- A mí, personalmente, me ha ayudado a curar las heridas de mi primer parto. No tanto las físicas, si no las emocionales. El demostrarme a mí misma que sí soy capaz de parir, que mi cuerpo sí sabía hacerlo, sabía empujar, sólo había que dejarlo libre. Reconciliarme con mi periné y mi sexualidad, tan dañados cuando nació Noa. Salgo reforzada con una sensación de PODER, de que tras esta experiencia, puedo hacer cualquier cosa. He crecido como mujer.
- He confirmado lo que dice Laura Gutman con respecto al dolor y al sufrimiento. Se puede sentir dolor, pero no sufrir, y puedes sufrir sin sentir dolor. En el parto de Enai hubo dolor, más o menos intenso según el momento, pero era sólo eso, dolor. Y mi cuerpo estaba física y emocionalmente preparado para soportarlo. En el parto de Noa apenas hubo dolor porque llevaba epidural, pero sí sufrimiento: cuando Noa entró en bradicardia, cuando fui consciente de mi parto y, sobre todo, del nacimiento traumático que tuvo mi hija.
- La inmensa satisfacción de haberle proporcionado a mi hijo el mejor nacimiento que podíamos ofrecerle, la bienvenida más dulce a este mundo y en compañía de grandes personas.

Mil gracias Nacho, mi matrona. Por respetarme, por respetar mis ritmos, por confiar en mí y darme confianza. Sabiendo que tú estabas, yo me permití abandonarme a mis sensaciones y mis impulsos.

Mil gracias Lilia, mi amiga. Por estar tan cerca en la distancia durante todo el embarazado, por nuestras charlas diarias por teléfono los últimos días. Por hacer que todo sea más sencillo, por ayudarme a conectarme conmigo y mis instinto… por ser una maravilla de doula y de persona.

Mil gracias a los dos por ayudarnos a que Enai haya tenido este nacimiento tan bonito, sin vosotros no hubiese sido posible cumplir este sueño.

Mil gracias a mi familia, por aceptar mis decisiones a pesar de las dudas. Gracias Luna y Cris por estar ahí y ser como sois.

Mil gracias a mis amigas, por acompañarme, por demostrar que las redes de madres existen, por arroparme y ayudarme a que esto fuera posible. María, Mónica, Carmen, Ana, Charo… gracias.

Mil gracias Edu, mi compañero. Por apoyarme en TODO, por confiar, por darme la mano, por leer a Odent, a Isabel, a Carlos y a tantos otros. En fin, es tanto lo que te tengo que agradecer… gracias por estar, por estar siempre.

Y mil gracias a mis hijos. Gracias Noa por abrirme los ojos tras tu nacimiento, por mostrarme que otra maternidad es posible y por enseñarme a ser madre. Gracias Enai por ayudarme tanto, tu venida a este mundo me enseña, me confirma y me reconcilia.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Preparación al Parto: agradecimiento

Preparciones al parto hay muchas y en muchos lugares, centros de salud, ginecologos por seguro privado, otros centros...

En la mayoria (leer con tono sarcastico) de los casos las preparaciones al parto consisten en que te cuentan que te va ha pasar en el hospital y en recibir unas indicaciones sobre lo que has de hacer (en algunos casos el resumen es: quedate quietecita y dejate hacer). Luego si, lo más importante el postparto, la ropita del bebe, la bolsita, las cosas tan buenas que te daran de regalito (en las clincas privadas). ¡Ah! y te "enseñan" a respirar (en realidad no haria falta si no hubiera medicalización rutinaria) pero aun asi puede ir bien en algún caso.

Pero de vez en cuando encuentras lugares donde si preparan de verdad para el parto, te dicen lo que te sucede, te explican como es el parto en todas sus fases, que es la bolsa y que pasa al romper aguas, que recursos puedes utilizar en la dilatación, te hablan del miedo al parto y se comparte con otras, se da valor a las emociones, a la fisiologia, y te preparan para tener una gran experiencia de parto, para la lactancia, para la crianza... Pero voy a dejar de hablar (escribir) yo, mejor en boca (teclado) de una madre: Myriam.


Mujeres Partidas

"Estas son las palabras que acudieron a mi mente el día que coincidí
con el siguiente grupo de posparto al mío. Ese día me di cuenta
realmente de cómo llegamos a Aldama después de recibir a nuestros
pequeños y “delicados” bebes.

Pues si...partidas, abiertas de par en par, con las miradas ansiosas
de respuestas y apoyo.

Siento que ahora es el momento de agradeceros todo lo que he recibido
de vosotras, tanto de lo que voy siendo consciente como de la
“mochila” llena de buenos consejos para el futuro.

A Concha: en el parto me acordaba de ti diciendo:”En el parto
participan dos personas, el que nace y la que deja nacer” y en el
posparto ese “¡Oi, oi,oi,oiiiiiiii!” que oía a al otro lado de la
pared. Gracias por hacer de puente entre el caos del puerperio y la
realidad del día a día.

A Menchu:El día del parto respirarás, tranquila”, increíble, no he
respirado mejor en toda mi vida (jeje). Y sus “Hola mi amor” que mejor
manera de recibir a un bebe. Bueno y para la crianza me llevo “Todo lo
que hagas por tu hijo que pueda hacerlo el por si mismo le perjudica”.

A María por enseñarme el increíble mundo de los ísquiones.

A Conchi: mi querida doula, de ti me llevo ese estar tranquila,
disponible (gracias por todo, el próximo mas...) y serena. Y que la
fiebre no es algo tan peligroso (jejeje). AH! Y la respiración tipo
pez globo que junto el día del parto es el día que mas se ha abierto
mi caja torácica.

A Nuska: por tu cercanía y el mega consejo de que todo lo que haga con
Samuel que lo haga tranquila y disfrutando. Y el haberme enseñado esa
gran herramienta del amor que es el masaje. Y muchas cosicas mas...

A Raquel: por todos tus cuidados, paciencia y explicaciones.

A todas mil gracias por haberme ayudado a tener un parto gozoso y un
puerperio en el que me he sentido acompañada, respetada y sobre todo
sostenida.

Mil besos y espero veros en un par de añitos o así...."

La Lactancia de Estefania y su hijo Hector

Para mi la lactancia está siendo muy buena, y mi churumbel tiene ya 8 meses! De hecho, actualmente no come casi otra cosa, por lo que me alegro mucho de haberla mantenido. Es francamente cómoda. En cualquier lugar, en cualquier momento y está preparada!!!

Pero el comienzo fue difícil. Tenía mucha información, o al menos eso me parecía, pero por lo visto no toda. Además, mi pedugo ha sido de los de estar horas y horas en la teta. Así que cualquier molestia la tenía presente la mayor parte del día.

Se me quedaron grabadas las palabras de la matrona Lorena en el despertar: "Para dar la teta hay que tenerlo muy claro. Tienes que estar decidida o no la mantendrás. En cuanto tengas un problema pregunta"

No sabía a que se refería, claro que lo tenía claro! Lo supe después. Hay momentos que no puedes más, que te pones al niño y te duele muchísimo y sólo la voluntad te permite seguir.

El primer problema que recuerdo es el dolor. Y pensaba que era por las grietas. Leyendo y releyendo el libro de Carlos Gonzalez "Guía para la lactancia materna" conseguí algo de alivio buscando la posición correcta. Me fue muy bien observar la dirección de mi pezón y poner la cabecita de mi niño en esa dirección. Tendemos a poner al niño abajo, y en realidad el pezón va para adelante. Mil cojines hicieron el resto ;-)

También tengo que decir que mi niño fué pequeño (2.500 Kg) y eso da, para mi, dos problemas. El primero que el niño es pequeño y no coge toda la areola y el otro, que mantenerlo en la posición adecuada implica hacer muchos brazos o tener cojines por todas partes ;-)

Lo de la areola, a los 2 meses más o menos, se pasó. Y la posición, pues hasta los 2 meses más o menos, casi siempre le daba el pecho tumbada, que era lo más cómodo.

Pero mi dolor no era por grietas y, de verdad, que me dolía. Aún no tengo claro cual era el origen del dolor, sospecho que tuve inflamados los conductos de salida de leche en el pezón, pero aún no he podido contrastarlo o preguntar a otras madres si han pasado por eso. Pero yo sólo oía hablar de las grietas. De hecho, en la revisión de los 40 días, cuando me quejé del dolor el ginecólogo, que por cierto me dijo que una grieta no duele tanto, me dijo que no llevaba nada.

Se resolvió cuando realmente acabé teniendo una grieta el día de Nochevieja por darle el pecho al niño de cualquier manera ;-) La curé rápidamente gracias a Celeste y su recomendación del aceite de Hipérico, que a su vez alivió la inflamación de los conductos que os cuento.

El otro problema fue un bulto en el pezón, por debajo de la piel. Dolía muchísimo! Pero todos los diagnósticos me decían que era un "atasco de leche". De hecho, en mi centro de salud, mientras intentaban "sacármelo" casi me caigo redonda del dolor.

Pero tengo que decir que esta matrona del centro de salud fue la que más me ayudó al decirme que, para ella, no era un atasco. Que no había visto nada así antes y que acudiera a urgencias. En urgencias me volvieron a decir que era un atasco.

El caso es que los remedios habituales a mi no me aliviaban, ponerme el niño primero a ese pecho aumentaba el bulto y el dolor no remitía.

El respiro vino por un diagnóstico por teléfono. El ginecólogo me habló de unas glándulas que segregan sustancias para la lubricación del pezón y BINGO! Eso fue. Una glándula de Montgomery inflamada. Lo gracioso es que él sigue diciendo que el diagnóstico tuvo que ser erróneo, pero esa es otra historia.

El alivio fue sencillo, intentar ponerme menos al niño en ese pecho, antiinflamatorios para los momentos más duros, y en unos días el problema desapareció.

Siempre he querido acercarme a Vía Lactea a contárselo, por si les pasa a otras madres, que puedan ayudarles. Parece que no es muy frecuente.

Y por último, las crisis de lactancia. Yo no he tenido crisis de crecimiento de los 3 meses, ni de los 4, ni de los 6 ;-) Y mira que tenía yo muy concienciado a mi entorno de que iba a haber una semana que me iba a meter con el niño en la cama e iba a desaparecer! Creo que tampoco he tenido crisis porque siempre lo he tenido en la teta, claro.

Pero lo más parecido a una crisis fue un día que me tuvo desde las 8 de la noche hasta las 3 de la madrugada enganchada!!!! Me soltaba un pecho, lloraba de hambre, lo ponía en el otro. Así cada poco rato. En ese momento me acordé de las palabras de la matrona Lorena. Desde luego que si hubiera tenido algo que darle a mano se lo habría dado!!! ;-)

La sensación de que tu niño tiene hambre y no saca nada de tu teta es algo angustiosa. Pero, en realidad, si mantienes la cabeza fría y sabes que lo que está haciendo es "ponerse serio" con tu sistema de producción y ordenar aumentar la "línea de producción" pues tan contentos. J

Me ha quedado un tostón enorme y sólo he hablado de los problemas. Pero también creo que es lo verdaderamente importante. Tener la información para superarlos.

Lo otro, los buenos ratos, la comodidad, la ternura, la entrega y la recepción de cariño entre la madre y el bebé, se descubren solos.

viernes, 1 de agosto de 2008

Semana Mundial de la Lactancia Materna

Lola Rovati, publica en el conocido Blog Bebes y más, la celebración de la Semana Mundial de la lactancia Materna.

"Del 1 al 7 de agosto se celebra cada año en 120 países la Semana Mundial de la Lactancia Materna, el movimiento social más grande a favor de la lactancia natural.

Este año, el lema es “Apoyo a las madres: vamos por el oro” [Ver post en bebes y más]

Desde este blog quermos, una vez más, hacernos eco de esta celebración, y recordar unos cuantos enalaces útiles. Algunos los teneis en la barra lateral:

Recordar que cualquier problema con la lactancia es superable y es posible disfrutar de ella con vuestro bebé, a pesar de los obstaculos que puedan surgir.

Solamente necesitais el apoyo adecuado.

Recordad también que la teta, no solo es el mejor alimento para el niño, que ninguan leche artificial puede igualar, sino que proporciona al niño amor, seguridad, confianza y el contacto de su mamá, lo que lo convierte en un bebé sano y feliz.