jueves, 9 de octubre de 2008

El parto de Rebeca y su hija Martina

Mi parto en el Miguel Servet


El viernes 9 de marzo sobre las 15 horas estaba llamando a una amiga para felicitarle el cumpleaños, decirle que parecía que Martina no iba a nacer el mismo día de su cumple y contarle que en alto riesgo me habían dicho que tenía que ingresar al día siguiente para inducirme el parto el domingo porque ya me pasaba de tiempo.

Para colmo, el jueves en alto riesgo, estuve discutiendo con una auxiliar y una matrona, que me dijeron (la auxiliar, la matrona se mantuvo al margen) que eso del parto natural en el hospital no lo iba a conseguir (a pesar de haber presentado el plan de parto y supuestamente me lo habían aceptado) y que eso del parto natural es que nos comen la cabeza.

Como imaginareis, después de todo no tenía la moral muy alta y teniendo en cuenta que estando de 30 semanas tuve amenaza de parto prematuro y me pegué 8 semanas de reposo relativo, pero sin salir de casa; y que me dijeron que Martina venía bastante pequeña, pues este embarazo ha sido un poco duro y estresante para mi.

Bueno, pues si a las 15 estaba hablando con mi amiga, serían las 15.30 cuando empecé con contracciones (no tengo reloj, así que las horas son aproximadas). Como había tenido contracciones otros días me lo tomé como falsa alarma, pero me dolían fuerte y eran seguidas. Me puse nerviosa, empecé a mirar cada cuanto eran y es que eran seguidas (cada 6 min, cada 4, cada 9...). Me puse más nerviosa, y teniendo en cuenta que llevaba más de 4 días dilatada de 3cm y con el cuello del utero muy favorable me fui a urgencias.

Llegaríamos sobre las 4.30. Yo quería un chocolate caliente para dilatar rápido (que había leido en internet que ayuda a dilatar), pero mi novio no me dejó. En urgencias tuve que esperar como 20 min en la sala de espera y cada vez me dolía más. Serían sobre las 17horas cuando me llamaron para pasar y me dijeron que estaba de 5cm. No me rasuraron, pero YO les pedí un enema (sé que debe ser normal hacerse caca en el parto, pero me da mucho apuro). Luego ya me pasaron a la sala de dilatación y estuve andando y yendo al WC.

Como habían pasado más de 5 semanas desde que me hicieron la prueba del Streptococo y ya no era apta me tuvieron que poner el antibiótico.

Mientras andaba e iba al WC estuve hablando con la matrona sobre mi plan de parto. Supuestamente estaba en mi historia, pero ella no lo había visto (creo que no debía ni de tener mi historia). Le comenté lo que quería y le dije que mi novio tenía una copia, que cuando le dejasen pasar se la enseñabamos.
La matrona era un encanto. Y me dijo a todo que si la cosa iba bien pues que estaba de acuerdo, pero me preguntó que si se complicaba algo que si yo era flexible. Le dije que por supuesto que sí. Me comentó que hay mujeres que quieren el plan de parto a toda costa. Le dije que yo sólo si iba todo bien, pero vamos, esperaba que así fuese.

Me dijo que podría andar todo el rato, pero con el gotero de antibiotico y me puso tb otro pero solo de suero (la verdad es que me dió igual, teniendo que llevar gotero, pues mientras que no me pusiese oxitocina, el gotero de suero no me importaba). Y cada cierto tiempo con monitorización externa. Ella estuvo todo el rato conmigo apoyandome. Me dió masajes en la espalda, me recomendó como respirar, me decía que estando de pie que me balancease para que la niña bajase más rápido... Creo que no podía haber tenido una matrona mejor.

Lo que pasó es que en una contracción se asustó porque bajó la frecuencia cardiaca de Martina y me dijo que si no me importaba que dejasemos la monitorización externa todo el rato. Le dije que no me importaba. No podía andar, pero sí ponerme de pie.

Sólo me hizo 3 tactos y por que yo se lo pedí. En uno estaba de 6 cm. Luego me empezó a doler mucho y muy seguido. Empecé a plantearme la epidural seriamente. Me hizo otro tacto y ya estaba de 8cm, pero aún faltaban 2cm. Ella trataba de disuadirme para no ponermela, pero al final le dije que quería ir al baño y luego la epidural. A partir de aquí empecé a ponerme muy maleducada yo. Me dijo que antes de dejarme ir al Wc que le dijese si sólo tenía ganas de hacer caca con las contracciones o todo el rato. Yo empecé a gritarle que me soltase los cables y me dejase ir al WC de una vez. Me hizo un tacto y me dijo... QUE NO TENÍA GANAS DE IR AL WC, QUE ERA LA CABEZA DE MI NIÑA que ya tenía dilatación completa. Mi novio me mojaba la cara y yo le gritaba que me la mojase más, más agua.

La matrona me hizo subir a la camilla y empujar, a ver cómo empujaba. Total que empujé y se me rompió la bolsa que estaba intacta.

Me llevaron al paritorio (en el plan de parto, no puse nada de que no quería dar a luz en el potro, preferí poner pocas cosas, pero las que para mi eran más importantes). Dice mi novio que de la sala de dilatación al paritorio había 5 m, pero a mi me pareciern 5km. Yo iba gritando "QUIERO EMPUJAR" y me gritaban "NO EMPUJES, SOPLA". Yo le gritaba a los que empujamban la camilla "MÁS RÁPIDO" y desde luego, iban corriendo y con cara de agobio.

A partir de aquí ya fue todo rápido y menos doloroso. Me subí en el potro, vino la matrona "disfrazada" de verde. Yo empujaba y nació Martina a las 18.41 (o sea, que desde que entré a la sala de dilatación hasta que nació mi niña pasaron menos de 2 horas, aunque os aseguro que MUY intensas).

Me la pusieron encima y luego la cogieron lo menos 5 personas para hacerle pruebas. Le hicieron las pruebas al lado de donde estaba yo y con mi novio delante. Me pidieron permiso para todo. Lo que no les dejé fue lo de la sonda. Eso ni se lo hicieron ni me lo preguntaron. Le salió el test de Apgar 9-10.
Yo me desgarré pero poquisimo (3 puntos en total y sólo en una capa). La matrona se portó de maravilla. Le pedí anestesia local.

Luego en la sala de despertar me despedí de la matrona, y le pregunté si la iba a volver a ver. Me dijo que no. Trate de darle las gracias, pero en la sala de dilatación me dijo que no quería que nadie se enterase de que yo tenía plan de parto y ella lo cumplía, que si se enteraban los de fuera entrarían a cotillear. Así que tampoco pude ser muy efusiva dandole las gracias.

Martina el primer día estaba algo llorosa y lo de la LM a mi me pareció un poco rollo. En menos de 48horas adelgazo 200gr (pesó al nacer 2.960 y 49cm), así que me agobié un poco. Para colmo vomitaba bastante. Al dia siguiente cuando la miró el pediatra le comenté lo de los vomitos y me dijeron que es que en un día (el último) engordó 110gr y que vomita porque tengo mucha leche (yo flipaba). Ahora es un pedazo de pan, no llora. Sólo come y duerme. Aunque lo poco que llora, llora muy fuerte, parece que se va a herniar y se encana. Yo me recuperé genial y muy rapido.

Además tuve una visita sorpresa MUY ESPECIAL. Sobre las 11 de la mañana el ultimo día en el hospital subió la matrona que me asistió en el parto a ver que tal estabamos y a despedirse. La verdad es que me emocioné mucho y no paré de darle las gracias por todo. Ella también me dió las gracias, me dijo que un parto así no se da todos los días. Que la gente es muy radical, hay quien entra pidiendo cesarea, o quien quiere el plan de parto a toda costa. Que ella con mi parto también ha aprendido. Le pedí el MSN y le dije que es su trabajo y ella atiende partos todos los días, pero que yo no doy a luz todos los días y menos así.

Como veis en la SS es posible tener un buen parto, aunque supongo que depende de la gente con la que te encuentres. En planta también todo el personal fue muy amable, pero los criterios que tenían sobre LM no eran uniformes, así que a mi me liaban un poco.

4 comentarios:

Lorién dijo...

Rebeca, tuviste la enorme suerte de ser atendida por lo que yo llamo una "Matrona Autentica".

Enhorabuena por tu parto, me ha gustado mucho el relato y escribire un articulo basandome en el.

Gracias por compartir tu experiencia. A tu matrona le encantará leerla.

Un Abrazo

oko dijo...

Hola Rebeca,

felicidades por Marina y por la forma en que llegó.

Desde luego es una suerte coincidir con una matrona tan respetuosa y profesional, pero no olvidemos tu mérito, que sin él, el parto hubiera sido muy distinto.

Marina tiene suerte de tener una mamá tan especial, que tomó las riendas de su parto y supo defender la forma en la que había decidido que su pequeña naciese.

Mi agradecimiento a la matrona por su actuación y a tí por ser una más de esta, aún, minoría.

Anónimo dijo...

¡Felicidades! Ojalá la matrona que me atienda sea tan profesional.

Virginia dijo...

Que envidia....es lo único que puedo decir...que envidia de matrona, maña!!!