jueves, 13 de mayo de 2010

Nacimientos, partos, matronas, y planes de parto

El miércoles pasado asistí a la charla que organizó en el Centro Civico de la Estación del Norte: "Las vivencias del Bebé en el útero materno y el impacto de nacer"

En primer lugar quiero AGRADECER a todas las matronas presentes en el acto, eso: su presencia, y su impulso de cambiar las cosas en beneficio de la mujeres y los bebés. Y Por su puesto a la Asociación Científica de Matronas de Aragón por organizar charlas como estas.

Haciendo honor a la verdad diré que llegué un poco tarde y no pude escuchar a Pilar Vizcaíno, pero puede escuchar a Ángeles Hinojosa, y he de decir que me encantó.

Ángeles, desde su conocimiento, experiencia y mucho más, llegaba a las mismas conclusiones a las que yo he llegado. Solo que yo he llegado desde tomar conciencia de la influencia que tuvo en mi, mi llegada a este mundo y toda la rueda de acontecimientos que inició, con la que he tenido que vivir hasta hoy, para lo bueno y para lo no tan bueno.

Porque hay una frase reiterada que no es cierta: "¡bueno ... pues no me/te ha ido tan mal!, ¿no?." Cualquiera que mire con sinceridad dentro de si mismo reconocer que, efectivamente, no le ha ido mal, ... en algunos aspectos ... pero ¿y los más íntimos, y mas emocionales y afectivos?, ... ¿que tal?

Ángeles llegaba desde el sentimiento y la lógica a donde la ciencia le cuesta llegar: El niño necesita a su madre, su contacto, su olor, sus ruidos; necesita estar recogido, en un ambiente intimo, sin luces intensas, sin ruidos extraños, sin ser tumbado boca arriba fuera del contacto de su madre.

En la charla surgieron algunas preguntas que quiero destacar

  • ¿Cuanto tiempo hay que tener al niño con la madre? ¿70 min.? NO, todo el tiempo.
  • ¿Cuando se les puede "separar" ? Cuando el niño se ha dormido después de permanecer junto a su madre: señal de que se siente seguro y protegido después del tremendo impacto de su viaje. Es lo que necesita. (y un separar, justo y cercano, no separar donde no pueda retomar inmediatamente el contacto con su madre si lo necesita - y siempre lo necesita-)

Aprovecho para matizar una diferencia que luego será importante. Agresividad: es un recurso que nos permite enfrentarnos a ciertas circunstancias de la vida. Violencia: es un uso desproporcionado o no apropiado a las circunstancias de dicha agresividad.

¿Por que quiero matizar esto? Porque separar a la madre de su hijo sin comprender las circunstancias de un nacimiento, es pura violencia, se sea consciente o no.

En la charla aparecieron varias preguntas, sobre todo de matronas. Una en el sentido de si se sabe que se han estado haciendo cosas mal y que han sido un perjuicio para la madre o bebe desde las prácticas que se han estado ejerciendo en el trabajo de matrona durante años. Mi respuesta es este articulo que escribí hace tiempo: "La matrona autentica"

Otras de las cuestiones aveces olvidadas incluso en un foro de matronas muy sensibles a las necesidades de la mujer, es que la mujer pare y lo hace bien gracias a su cerebro mamífero, gracias al hipotálamo, y que cualquier estimulo agresivo a la necesidad de desconectar de la realidad racional, y de empaparse en hormonas "mamíferas" lo es para el parto, la madre, y la criatura que nace.

En este sentido la madre también necesita de intimidad, penumbra, libertad de movimiento, libertad de expresión (gritos, a veces insulta - no es nada personal-), para liberar la enorme energía que moviliza un parto.

Y necesita otra cosa, silencio. Silencio, no ser interrumpida, asistir de forma silenciosa. Las palabras, las preguntas, la información en momento inapropiado, ... estimulan el neocortex cerebral y disminuyen la inmersión en el cóctel de hormonas mamíferas que guían el parto al éxito naturalmente previsto.

Por eso me extrañan dos circunstancias:

1. A pesar de que una matrona tiene formación científica, y así debe ser, ha de ser consciente que los estudios científicos son limitados, mayoritariamente estadísticos, y que las estadísticas miden, cuantifican. Y no se puede medir ni cuantificar los sentimientos, las emociones, las necesidades instintivas, el silencio, la función de los gritos. Nos podemos acercar observando y midiendo los paramentos hormonales, expresión fisiológica de esas emociones no cuantificables. Pero cuando lo hacemos, estamos interviniendo en el parto, lo modificamos, lo alteramos. Como dice Michel Odent: "Cuando una mujer se SIENTE observada, se OBSERVA a si misma, y esto activa el neocortex". Es decir demoslé a las estadísticas y los estudios un valor relativo, porque como en todo, pero especialmente en un parto, estudiarlo es agresivo para su desarrollo.

Y cuando uno se hace consciente de esta realidad, cambia, como la matrona autentica; en caso contrario se pone la venda en los ojos y la agresividad que supone observar se convierte en violencia (más o menos intensa pero violencia), porque sabes que no es adecuado.

La adrenalina se dispara, en una fase en la que no debe estar presente, la dilatación; el parto se ralentiza, se bloquea, y , o bien salimos de ese ciclo restaurando la normalidad mamifera del parto, o entramos en una espiral de intervencionismo.

2. Se que la matrona que planteó la siguiente cuestión es una gran profesional y una matrona autentica (me lo han contado, y no lo dudaría, ya que su sola presencia en esa charla dice mucho). No obstante a pesar de toda la evidencia científica, sobre lo inconveniente de hablar a una mujer en el parto,me sigue sorprendiendo que, se siga pidiendo que exprese sus preferencias oralmente en el momento de acudir al parto: ¡Estamos complicando el parto y el nacimiento haciendo esto!

Yo creo que quizá haya algunas posiciones autodefensivas o algunas vivencias negativas, mezcladas con orgullo, presión laboral, sentirse no reconocidos; que hace que algunas personas vivan un plan de parto como una intromisión en sus conocimientos y en sus funciones. Es necesario dejar de verlo así.

Hay que ver el plan de parto como lo que debería ser, una herramienta de comunicación, para saber con anticipación los deseos de la madre, ya que no tiene otra forma (adecuada al desarrollo del parto) de comunicar a la persona que va a asistir su parto lo que desea.

Por su puesto que hay otras cuestiones, los planes de parto se elaboran por mujeres muy distintas, unas conscientes y bien informadas y con sus ideas claras. Otras no tan convencidas, no tan conscientes. Otras copiarán un plan de parto (fatal idea). Pero hay que recordar que esa es una responsabilidad de la mujer o como mucho de la pareja (ambos). No de la matrona. No hay que asumir responsabilidades que no corresponden por temor a que la mujer "no sepa realmente lo que quiere".

Lo cual no quita para que se la trate con dulzura cuando cambia de opinión, y se la acompañe en sus decisiones sean las que sean, conscientes también de que quizá estemos ante la expresión de un miedo que enmascara una verdadera intención de seguir con su "plan".

  • Pido: No miren los planes de parto como intromisión, sino como herramienta de su trabajo.
  • Propongo: Que las matronas de atención al parto reciban de las de atención primaria los planes de parto de sus mujeres, habiendo sido aconsejadas por ellas. Lo se, lo se, trabajan mucho, no hay tiempo, bastante se hace en atención primaria, no hay respaldo de la administración,... soy consciente, pero se puede luchar por ello.
Y si no es posible, cuando llegue un plan de parto, acogerlo con curiosidad y sensación de que la mujer quiere "conectar" con su matrona, para comunicarle sus deseos y sus sentimientos.



vídeo sobre plan de parto en Inglaterra. Fuente: Matronas de Ubeda

El éxito del parto de mi mujer y el nacimiento de mi hijo tuvo que ver con todo esto. Información, mucha. Contrastar información, valorar sentimientos. Expresarlos en el plan de parto, revisarlo con la matrona, enviarlo, ser bien acogido, no solo eso, sino que se creó un sentimiento a varias matronas de desear asistir ese parto, para hacer realidad el plan.

Fijaos; cada "actor" estuvo en su papel (con respecto al pdp):
  • Responsabilidad de los padres: Informarse, contrastar, valorar. Redactar con razón, sentimiento y respeto.
  • Responsabilidad de matrona de atención primaria: Escuchar, revisar, aconsejar.
  • Responsabilidad de la matrona del hospital: Recibir, acojer, conocer, disponerse.

La actitud lo es todo. No solo en el parto, en las posiciones previas también, es garantía de que todo fluya y salga bien.

Consecuencia: Parto casi completamente natural (salvo por los últimos instantes del expulsivo, por tener que recurrir al "potro", y un gotero de antibiótico por el estreptococo, convenientemente informado y con la decisión en nuestras manos)

Consecuencia de la consecuencia: Amistad, agradecimiento y enorme respeto a las matronas, con la que mantenemos contacto, y a las que queremos mucho. Gracias Mª Angeles, gracias Encarna.

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3 comentarios:

poemas de rubén dijo...

He publicado en mi blog de poesía una "oda al parto natural" que me gustaría compartir.
Saludos
Ruben Lapuente

Martha dijo...

Hola, felicidades por tan excelente espacio, sigo leyéndote yo también publique algo muy similar en las semana del parto respetado Este post me ha encantado, gracias por compartirlo y me alegra saber que muchas más personas se van uniendo a causas tan maravillosas!!

te llevo a mi blogroll!!

Saludos desde Colombia

no tengo nada que decir dijo...

Hola,me uno a las felicitaciones y me encantaría poder leer el plan de parto que presentaste,si fuera posible.Me llamo Blanca y estoy embarazada de 36 semanas, quiero redactar un plan de parto y me ayudaría leer algún ejemplo y mas de alguién a quién de verdad le ha servido de utilidad y ha sido respetado. Muchas gracias.