miércoles, 3 de diciembre de 2008

La importancia del plan de parto

Cuando me decidí a hacer mi plan de parto, animada por los documentales que había visto, y porque Sergio y Celeste también habían presentado el suyo, cogí unos cuantos de el parto es nuestro y repasé lo que pedían, me informaba de lo que no entendía y redacté el mío dando importancia a lo que yo consideraba fundamental.

Hubo una parte

- Por lo dicho anteriormente deseamos evitar el uso de biberones y chupetes, ya que interfieren en la lactancia.

en la que yo no me paré mucho a pensar, pero la puse. De hecho era mucho más suave que algunas referencias que tenía:

No autorizamos que se ofrezca al bebé ningún chupete.

Quiero que no se administre al bebé alimento ni biberón alguno, sin mi consentimiento expreso o el de mi marido si yo no pudiera darlo.

Fuente del plan de parto: http://www.elpartoesnuestro.es/index.php?option=com_content&task=view&id=220&Itemid=5

Vamos, que yo intenté que fuera más suave y delicado. Casi me parecían avasalladores algunos planes que tenía entre las manos.

Luego, cuando nació mi retoño, mientras se lo llevaban a asear (lo hacían al lado de mi habitación) oí la siguiente conversación:










Auxiliar1 (Tono de alarma): “Noooo, no le pongas a esa el biberón!!!!!”

Auxiliar2 (Sorpresa): “Que pasaaaaaa?”

Aux1: “Que es de las del parto natural, quitaló!”

Aux2:”Parto natural parto natural, pues que lo tenga en casa y no venga aquí!!!”

Estaban hablando del biberón del glucosa que suelen poner en las cunitas en el hospital. En ese momento le dije a mi marido que en realidad me parecía una tontada. Que a mi me daba igual que estuviera ahí el biberón, más cuando el enano sólo estaba en la cuna cuando se lo llevaban a las revisiones o al aseo. Él me dijo que, en general, el plan de parto generaba mal ambiente y que había que poner lo que realmente fuera relevante. Y ahí quedó la cosa.

Hace poco una amiga ha dado a luz en la Clínica Montpelier. Me llamó bastante agobiada porque a las 24 horas el niño no había cogido el pecho. Cuando llegué el niño se lo habían llevado a revisión (se lo llevan de 16:30 a 18:30 o algo similar) y a la vuelta, para mi sorpresa, el niño no mostraba interés por comer. Estuvimos hablando si era porque estaba tan débil que no cogía el pecho o si era porque no tenía hambre (algo sorprendente).

Salí al control a pedir un sacaleches para estimular la subida y que pudiera darle algo, aunque fuera con jeringuilla (mi amiga estaba muy agobiada porque no comiera) y les comenté que el niño no había comido nada en 24 horas. Se sonrieron y me dijeron que no me preocupara, que el niño no estaba sin comer, que algo le habrían dado. Les advertí que no podía ser porque mi amiga había pedido explícitamente que no le dieran biberón. Y entonces llegó el silencio y me dijeron que mi amiga llamara a nidos.

Bueno, la historia tiene final feliz, porque el niño se cogió al pecho, pero 15 días más tarde. Hasta entonces estuve hablando con muchas personas. Entre ellas matronas y auxiliares que trabajan/han trabajado en el Servet, en el Clínico o en Montpelier o Quirón.

Ellas me contaron que, sobre todo en Montpelier, a los niños, en cuanto lloran se les “enchufa” el biberón de glucosa para que no molesten al pediatra. "Claro, si no tienes el biberón preparado en la cuna, no se lo das. Pero si lo tienes a mano, sin remordimientos", me decía.

El efecto de dar un biberón de glucosa a un recién nacido, aparte de la confusión tetina-pezón, es que el bebé queda empachado (como quedamos nosotras cuando nos hacen la prueba de la glucosa) y sin ganas de nada. Mucho menos de “trabajar” succionando. Así que el bebé solo quiere dormir y que lo dejen tranquilo.

De hecho una auxiliar me contaba apenada que ella, hasta que llegó al Servet, no sabía lo malo que podía ser para la lactancia.

Mi amiga ha conseguido la lactancia porque ha sido muy fuerte pero imaginaros el esfuerzo de estar 15 días sacándose la leche para dársela en vasito cada 2 horas. Si cuando terminas de sacártela y dársela tienes que volver a empezar!!! Y ni siquiera puedes estar tumbada como con la teta! El bebé empezó a mostrar signos de hambre cuando salió de allí (casualidad, no?). Y, desde luego, ni la clínica le ofreció un sacaleches ni mostró ninguna preocupación porque no se hubiera establecido la lactancia.

Esta historia sólo me ha reafirmado en que es importante pedir que no haya biberones de glucosa en la cuna de tu bebé pero también de lo importante que es la formación del personal que atiende a los bebés. No sólo pediatras y matronas, si no todo el personal. Y, en la medida de lo posible, si te preocupa tu lactancia o el desarrollo de tu parto, intenta elegir un hospital que te cree los menos problemas posibles.

Otra cosa es que, ahora entiendo los planes que me parecían "avasalladores" y, si tuviera que redactarlo otra vez, creo que sería más firme en mi petición. Con la teta de mi niño no se juega. ;-)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola!!
Yo también di a la luz enla Montpellier hace poco más de un mes, y me pasó que una de las veces que puse a mi niño en la teta no se quiso coger (cosa rara, porque se cogió a la primera con muchas ganas y siempre se enganchaba sin problemas). Cuando vinieron a llevárselo le pregunté a la enfermera si es que le habían dado un biberón y me dijo que no, que si la madre daba pecho no le daban nada. El caso es que el bibe de glucosa que iba en la cuna subía y bajaba del nido al mismo nivel. Sólo me sucedió esa toma. También es verdad que mi niño no llora mucho, no les "molestaría". Lo que me sorprendió es que nadie se acercó para ver cómo tomaba mi niño, para preguntar si quería el pecho, si lo cogía bien, si la postura era correcta... NADIE. A ver si tengo tiempo de sentarme a contaros mi parto y mi lactancia. Gracias de nuevo por este blog que tant me gusta leer!

Estefania dijo...

La verdad es que la composición de que le dan el bibe de glucosa de la cuna me la he hecho yo sola cuando me comentaron que se los daban. Tendré que preguntarlo.

De todas formas, cuando "suben y bajan" también asean la cuna, así que te pondrían el bibe nuevo.

A ver si lo consigo averiguar.

Si Patricia, a mi también me escandaliza la poca preocupación por la lactancia del niño. Escribiré un post sobre eso y sobre otro caso de la clínica Montecanal.

oko dijo...

Hola,

Ya conté mi parto en Montpellier.

Efectivamente, mi peque se enganchó a la teta en el mismo paritorio y después siguió mamando perfectamente, hasta que se la llevaron para hacerle una prueba. A partir de ahí la pobre no sabía poner el labio de abajo en condiciones. Lo pasamos realmente mal.

Cuando leo que sigue pasando me hierve la sangre.

Mi enhorabuena a las mamás que no se rinden...

Estefania dijo...

Ya me he informado y si, les dan el bibe que tienen en la cunita.
Eso sí, antes de subir la cuna, lo cambian. El bibe no puede estar más de 24 horas, así que lo van cambiando. Por eso, si no se usa en la habitación, sube y baja al mismo nivel.

Anónimo dijo...

No doy crédito a lo que estoy leyendo. Yo dí a luz hace 2 meses en Montpellier y, a raiz de la primera visita de mi hijo al nido, no se volvió a enganchar bien al pecho. Es como si se le hubiera olvidado succionar. Sospechaba que en el nido le habrían dado biberón de glucosa, cosa que me parecía intolerable. Por culpa de eso, el inicio de la lactancia fue un caos, mi hijo se deshidrató y ahora estamos con lactancia mixta.
Como vosotras decís, nadie se preocupó de acercarse a ver si el niño mamaba bien o no, nadie me asesoró sobre la postura, ninguna enfermera me preguntó nada relacionado con este tema.

Además, sin tener el niño ningún problema, se lo llevaron al nido durante hora y media tras el parto. Eso fue lo más doloroso, la separación. Tan sólo me lo pusieron sobre mí 1 o 2 minutos para que lo viera tras explorarle el pediatra. Y de repente, una auxiliar me lo coge diciéndome: "ahora lo llevamos al nido para que coja calor". QUE MOMENTO TAN DOLOROSO!! 9 meses deseando verle, y sólo "me lo dejan" abrazar 1 ó 2 minutos. Aún se me parte el alma cuando pienso en esa separación. Mi niño solito, con desconocidos, cuando lo que quería era estar con sus papás...

Estoy contentísima con mi ginecólogo, pero no con el servicio de pediatría de la Montpellier y mucho menos con nidos; de cara a un segundo parto, tengo muy claro que no quiero que me separen de mi bebé, y así lo exigiré.

Esas separaciones mamá-bebé deberían desaparecer estando en los tiempos en los que estamos.