miércoles, 28 de octubre de 2009

Parto Natural fuera del hospital

No, no voy a hablar de dar a luz en casa. Cuando hablamos de parto natural en el hospital solemos pensar en qué queremos/esperamos del hospital para que el parto sea lo más natural posible. Pero hay otros factores que van a hacer que el parto sea agradable y respetuoso con la madre y el bebé.

Antes de ir al hospital

Es mejor avisar sólo a quien es imprescindible y pedirle discreción. Los partos suelen ser largos y, desde el momento en que hay contracciones hasta el nacimiento, suelen pasar varias horas. No pasa nada por no avisar a nadie en el momento.

Yo había pedido a mi madre que, si la avisaba, no dijera nada. Pero, la forma en que se dió el momento de romper aguas, hizo que nadie "controlara" a mi padre. Le pareció oportuno mandar un email a toooooda su agenda de direcciones contándolo. Cuando salí de dar a luz de pajavascript:void(0)ritorio podía haber celebrado la cena de navidad en recepción. No faltaba nadie de mi familia, próxima y lejana.





Pensaba que había captado la importancia de mantener la discrección en esos momentos hasta que, cuando era mi hermano el que estaba en el hospital, una vecina de mis padres me llamó para preguntarme qué tal había ido el parto de mi cuñada cuando todavía no había llegado a los 8 cm de dilatación.

¿Qué ocurre? Aparte de la ansiedad de tener que estar dando el parte meteorologico cada poco para que nadie se preocupe, es que, pocos minutos después de traer a tu criatura al mundo hay 200 personas preparadas para hacerte la visita oportuna.

¿El problema? La importancia de las primeras horas. Si todo ha ido bien (no digo nada si hay algún problema), estarás pendiente de si el niño se coge bien, de si las molestias son normales, que si has hecho ya pis, que si te molesta algo, que si has hecho caca (será la última vez en muchos meses que importe si tú tienes ganas de hacer pis o caca, te lo aseguro), que si te molesta el agarre, etc...

No es momento para estar atendiendo a nadie.

Pero, además, resulta que nuestro jabato, después de hacer el esfuerzo de venir al mundo, porque por mucho que nos digan que empujemos los que se colocan para salir y aguantan la presión, son ellos, les da un sueño tremendo. Unas ocho horas. Las últimas que dormirá seguidas también en mucho tiempo.

Suele pasar que los padres, agotados del parto, siguen recibiendo visitas y congraciandose de que su bebé es un bendito que se ha cogido al pecho nada más nacer y que no hace otra cosa que dormir. Y, para cuando mandan a las visitas a su casa y van a echar la cabezada, ZAS!!! el nene se despierta y pide teta cada hora, dos horas, media hora... y así durante, al menos, dos meses.

Mala suerte! has perdido tu oportunidad de reponerte del parto!!  ;-)


Por eso es importante pensar, antes de llegar a ese momento, qué necesitamos y cómo queremos enfocarlo. Igual sí que preferimos que venga todo el mundo al hospital. Hay quien se puede sentir molesto y podeis preferir pasar el mal trago a cambio de evitaros problemas. O igual no, pero lo ideal es haberlo pensado y meditado antes.

1 comentario:

EVA dijo...

Que razon tienes! Parece que lo huelan! Y que incomodo es atender visitas cuando te encuentras tan agotada.