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Comentario de las autoras:
En España, muchas mujeres que paren en los hospitales no son las protagonistas de su propio parto, sino un intermediario entre el médico y el bebé. Conscientes de la situación, decidimos hacer un documental que hablara del derecho de la mujer a poder decir la suya, a tener voz y opinión sobre cómo y dónde parir.
Nos pusimos en contacto con el hospital público de Santa Caterina de Salt, en Girona, uno de los pioneros en realizar los partos de la forma menos intervenida posible, respetando los deseos de las mujeres en todo momento. Allí, conocimos Olga Jané, una mujer que pariría en este hospital y que, por tanto, tendría todas las opciones que ella necesitara a su alcance.
Para el equipo del granangular.cat, fue muy emocionante y un honor poder asistir al parto. Fuimos testigos de las prácticas de un parto poco intervenido: Olga esperó hasta el final de su dilatación sin que ninguna prisa y sin que ningún médico acelerara el proceso, pasó las contracciones en una mecedora y una pelota acompañada del su marido e incluso le propusieron entrar en una bañera para parir en ella.
Un documental de Dúnia Ramiro i Agnès Bibiloni
Imágen: Xisco Tébar, Aslhey Plà, Pol Graell
Sonido: Esther Pastor, Lluís Javierre, Juan Hervás
Montaje: Papitu Serrahima
Sonorización: David Beltran
Fuente: granangular.cat
1 comentario:
Os recomiendo ver el reportaje, sobre todo para las mamis primerizas que no habéis vivido la experiencia del parto, porque es realmente precioso ver nacer una nueva vida.
Lo mejor del reportaje, el comentario del médico que habla del respeto hacia la forma de parir y de que el objetivo del parto es que sea satisfactorio para la madre y para el bebé.
Es cierto que hay cosas mejorables, pero sólo el trato personal que recibe la madre es excepcional.
Ya nos gustaría ver una cara amiga cuando llegamos a parir al Servet (aunque alguna ya hay) y que no cuestionen nuestras intenciones de parto, y muchos menos, nuestras decisiones finales.
No pasa nada por querer parir sin epidural y después, por lo motivos que sean, pedirla.
No pasa nada por querer estar de pie, y luego querer tumbarnos.
No pasa nada por sentir inseguridad, o ganas de llorar o gritar.
Espero que poco a poco los hospitales aragoneses vayan tomando nota.
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