martes, 15 de junio de 2010

Iceberg

Según la RAE:

iceberg.

(Del ingl. iceberg, y este del neerl. medio ijsberg).

1. m. Gran masa de hielo flotante, desgajada del polo, que sobresale en parte de la superficie del mar.

la punta del iceberg.

1. f. coloq. Parte visible o conocida de un asunto, del cual se desconoce otra parte mucho mayor.


Wikipedia: "De un iceberg sobresale del agua sólo una octava parte de su volumen total, por lo que estas masas gélidas constituyen un peligro para la navegación, ya que pueden alcanzar dimensiones enormes."




¿Porque escribo sobre Icebergs? Bien, pues para mi esta muy claro. Esto hablando de Violencias. Quizá ahora empezáis a intuir por donde voy.

Esta vez me voy a centrar, no en el parto, si no en la crianza y educación de los hijos. Y en primer lugar voy a enlazar un articulo: "El niño perfecto y el niño solitario", publicado en El Mundo Salud



Hace tiempo que quería escribir sobre el Iceberg. La parte más visible es también la mas afilada, la mas cortante e intensa. Sin embargo la gran masa sumergida es invisible y por ello la mas peligrosa. No la vemos, la ignoramos, permanecemos incautos ante esa mole sumergida que es la que hace que nuestro barco se hunda.

Establezcamos un símil:

  • La violencias intensas, esas que salen en la televisión; mujeres maltratadas, niños que pegan a sus padres, profesores acosados por alumnos, padres que abandonan o dañan a sus hijos, ... son la punta del Iceberg. Intensas, afiladas, dramáticas, muy, muy visibles.
  • Las violencias grandes, pero invisibles, las realmente peligrosas, porque sostienen las intensas. Sin ese soporte de la gran masa de violencias invisibles, las violencias intensas no podrían existir, o el menos serian mucho mas pequeñas, mucho menos intensas y fácilmente abordables y reparables.
Sin embargo esta sociedad solo aborda lo visible, pone parches. Muchos necesarios, pero inutilices si no buscamos las causas, si no abordamos los orígenes y no luchamos para eliminar las causas de las violencias visibles.

El agua en el que esta sumergida el Iceberg es la propia sociedad, formada por todos y cada uno de nosotros. Los arboles no nos dejan ver el bosque. Asumimos y normalizamos hechos, actitudes, pensamientos nocivos, como algo normal, y vamos ocultándolos, sumándolos a la gran masa del iceberg.

Entre estas violencias está la que describe el articulo citado:

"niños que incluso antes de ir a la escuela o durante el periodo escolar tienen un programa completo de estimulación y de entrenamiento que ocupa todas las horas del día, dificultando o impidiendo el desarrollo equilibrado de la personalidad y del área motora, sensitiva, creativa y social."

A muchas personas esto de que a esta situación se le ponga el calificativo de violencia le puede sonar mal. Pero no por eso deja de serlo, ya que "estos niños sufren carencias afectivas, no desarrollan su potencial creativo ni motriz y en el futuro pueden ser dependientes, inseguros, inmaduros y tener conflictos de personalidad y trastornos del comportamiento".

Todo proviene de una falta de conciencia a cerca de las verdaderas necesidades del niño.

Y es que los adultos, proyectamos nuestras expectativas, nuestros miedos, y nuestros deseos sobre ello. Queremos que sean niños "buenos", listos, obedientes, y para ello les dirigimos hacia lo que pretendemos nosotros, anulando el desarrollo espontaneo de su personalidad. No estamos atendiendo al hecho de que el niño debe ser él mismo.

A nadie le gusta oír que cosas que hace habitualmente con sus hijos están mal, y mucho menos que es maltrato. Pero hay varias maneras de recibir esta información:

  • Sentirse ofendido hasta el punto de no valorar la información. Cerrarse en banda y adoptar una postura defensiva y agresiva.
  • Culpabilizarse por sentir que realmente estamos haciendo eso lo que nos convierte en "maltratadores."
  • o bien podemos, tomar conciencia de las autenticas necesidades del niño, de la inercia social, de nuestras limitaciones al respecto, y asumir que mucho de lo que hacemos lo hacemos realmente por nuestra propia supervivencia social, y no por el bien del niño. Punto de partida para realizar transformaciones en nuestra vida que nos lleve a un equilibrio adecuado que no perjudique al niño y que nos permita vivir con relativa tranquilidad.
La última opción nos permite tomar las riendas de nuestra vida, en vez de dejarnos llevar por la marea de convenciones sociales sobre lo que hay que hacer o no hacer. Tomar iniciativa, moverse, actuar, cambiar, .... De esta manera rompemos la espiral de violencias invisibles que trasladamos al niño y que trasladará a las futuras generaciones, y lo convertimos en una espiral constructiva, positiva.

Tratar al niño con respeto, desde el respeto a nosotros mismos, crea niños sanos y respetuosos con los demás, futuros padres de niños a los que trasmitirán los mismos valores.

La opción contraria es forzar (por que a su vez estamos forzados). Cada vez que forzamos al niño a hacer algo que no es adecuado a su desarrollo deberíamos ver que realmente estamos reflejando en ellos actitudes que nosotros mismos recibimos de niños, perpetuando estas violencias invisibles.

Ejemplos de esto:
  • Nos convencen de que las mujeres son incapaces de parir sin riesgos, y que el parto es peligroso, y trasladamos las consecuencias de la medicalización del proceso a nuestros hijos, que asumirán esto como verdad y lo trasladaran a los suyos.
  • Al niño hay que darle biberón porque "tu leche no vale". Convezcamos al niño de que no pasa nada para que lo haga también con sus hijos
  • No hay que coger el niño en brazos que se acostumbra, porque nos lo hacían a nosotros y no hemos salido tan mal ¿no?
  • El niño tiene que quitarse el pañal antes de los 2 años (aunque no esté preparado, porque toca). Quizá sufrimos de estreñimiento, ansiedad, o vaginismo y trasladamos el problema a nuestra descendencia.
etc...

Lo cierto es que estamos sometidos a muchas violencias, y como no tomamos conciencia de ello, nos resignamos y las trasladamos a las siguientes generaciones, con mas intensidad aún.

Es el momento de no dejarse hacer, de cambiar la sociedad, de derretir por el calor que demos al agua que lo envuelve, a la gran masa sumergida del Iceberg.

Y si no podemos seguir llegando a casa "pero sin sentimiento de culpa porque están fabricando a hijos futuros triunfadores", convencidos de que hacemos lo mejor para ellos aunque realmente los estemos machacando.

1 comentario:

eva,paulay jorge dijo...

A mi me da pena. La verdad esque es un asunto muuy complicado, a ver. Unos padres que trabajan mil horas ambos, para en estos dias porder comer, y el niño se le apunta a lo que sea de extraescolar sin que el lo haya pedido porque nno llegamos a cogerlo a las 17h. O padres que ya que ellos no fueron Ronlado, esperan que el niño lo sea y lo apuntan a lo que sea a los 3 años.
O padres que no saben que hacer con sus hijos porque les sobrepasan sobremanera y entonces no me da mal el niño.

Y el niño lo que quiere no es comer todos los dias caviar, ni ser Ronaldo, si cansar a sus padres, quiere simplemtente ugar con m en el cesped del parque a la pelota,mama o papa nada mas.

Y quiere estar con su madre o su padre cunado estos friegan los platos, aunque sea simplemtente mirando o metiendo las manos en el agua.

Yo, espero, porque la vida da muchas vueltas, que si alguna vez tengo que sarificar un tiempo excesivo de mis hijos, por lo meos es que les de sea de plena calidad.
Espero que estos años con Paula le sirvan por lo menos para saber que siempre estoy ahi, y quiero jugar con ella, y lo mismo con Jorge.

Y espero que sea ella la que me diga "mama, quiero ser como Ronaldo" y entonces, yo sin problemas la apuntare a la extraescolar de futbol.

Un beso, Eva ,Paula y Jorge